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domingo, 27 de octubre de 2013

Las mejores imágenes de la semana: 25 de octubre de 2013

Un bombero limpia después de que una tormenta de fuego barriera con una propiedad en Bilpin, a 80 kilómetros de Australia

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Peatones reflejados en una superficie de piedra pulida en una calle de Tokio, Japón

Una pakistaní camina de regreso a su casa en las afueras de Islamabad, transportando una cama sobre la cabeza y llevando un gallo

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Un equipo de exhibición realiza una muestra durante un espectáculo aéreo organizado por la Fuerza Aérea India en el aeropuerto de Srinagar

Nemanja Pejcinovic de los FC Nice lucha por la pelota contra Saber Khalifa del Olympique Marseille durante un partido de fútbol de la Liga Francesa 1

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

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Siluetas que pasan caminando por la Mezquita Central en Grozny, la capital de Chechenia, al sur de Rusia


Habitantes se alejan corriendo de un incendio en una tienda de combustible en Bustan Al-Qasr, Siria

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

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Soldados y oficiales chinos se alinean para la visita del Primer Ministro indio Manmohan Singh frente al Gran Salón del Pueblo en Pekín

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Una mujer mira su casa inundada cerca de Acapulco, México

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)
Una niña vista a través de una de las miles de calabazas talladas en exhibición en el Great Highwood Pumpkin Festival en Highwood, Estados Unidos

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Un guardia de seguridad camina detrás de una nueva instalación de arte del artista del grafiti británico Banksy en Nueva York


Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Una rana hypsiboas picturatus fotografiada en el Centro de Investigación y Conservación de Anfibios Jambatu en Quito, Ecuador


Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Un trabajador esmerila la base de la emblemática mascota Rolls-Royce el 'Espíritu del éxtasis' en un centro de producción en Southampton


Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Personas caminan por un puente durante un día de neblina en Jilin, China


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Autos pasan curvas durante una práctica nocturna de la carrera automovilística Petit Le Mans en Road Atlanta, Georgia

Noticias, deportes, animales y personas de todo el mundo (© AP PHOTO/Rob Griffith)

Trabajadores anclan un bote que lleva una instalación del artista visual checo David Cerny frente al Castillo de Praga en Praga




sábado, 19 de octubre de 2013

DESDE HOY SE PODRÁ DESCARGAR WINDOWS 8.1

Desde hoy vendrán computadoras con el W 8.1 instalado.

LOS ÁNGELES (AP) | 18 DE OCTUBRE DE 2013


Microsoft presentó su muy esperada actualización Windows 8.1, que podrá ser descargada gratuitamente a partir de hoy. 

La actualización atendió algunas de las quejas de la gente respecto a Windows 8, el sistema operativo sumamente diferente con el que se busca reducir las diferencias entre tabletas y computadoras personales.

Windows 8.1 sigue contando con los mundos duales que creó Windows 8 cuando comenzó a venderse al público en octubre del año pasado.

Por un lado, cuenta con una pantalla táctil parecida a la de las computadoras. Por el otro, tiene el viejo modo de ordenador de escritorio en el que aún reinan el teclado y el mouse. 

La mejora agrega algunas posibilidades de activación con movimiento de dedo para aplicaciones táctiles, mientras que restaura aspectos de uso del modo de computadora de escritorio a los que están acostumbrados miles de millones de usuarios de computadora personal.

La presentación de la actualización llega en momentos en que continúan disminuyendo las ventas de computadoras tradicionales de escritorio y portátiles debido a que, en lugar de ellas, los consumidores están gastando su dinero en los modelos más nuevos de teléfonos multifuncionales y tabletas.

Además llega en un momento de transición para Microsoft, cuando la compañía de Redmond, Washington, está enfocándose en dispositivos y servicios, y no sólo en programas de cómputo.

A inicios de este mes, Microsoft cerró un acuerdo para adquirir el negocio de telefonía y derechos de patente de Nokia por más de 7.000 millones de dólares.

Microsoft está también buscando un nuevo director ejecutivo para reemplazar a Steven A. Ballmer, quien anunció el mes pasado que planea jubilarse el próximo año.

Microsoft dejó claro  que la actualización Windows 8.1 es gratuita para los actuales propietarios de Windows 8.

Windows 8.1 empezó a estar disponible a partir de las 7 de la maña de ayer jueves, hora de Nueva York, que corresponde al inicio del viernes en Nueva Zelanda. 

Simplemente hay que acudir a la aplicación Windows Store para encontrarla. 

Puede tomar algunas horas para que todos descarguen la actualización.

Desde hoy se venderán computadoras con el Windows 8.1 ya instalado. 

Este mismo día la gente podrá comprar copias de Windows 8.1 y podrá disfrutar de todas las bondades.
EL ARTE CIRCENSE VIVE EN LA ESENCIA DEL TEATRERO
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Llegó con un sombrero azul y acompañado de los integrantes del grupo que dirige desde hace 15 años: Incubaxión Teatro. Todos estaban con los rostros maquillados y trajes de carnaval.

Mientras su director tomó asiento para conceder esta entrevista, sus artistas se dedicaron a preparar la función que trajeron a Cúcuta como invitados del Festival Teatral del Sol, organizado por la fundación El Quijote de Adriana Toro.

Con voz fuerte y un excelente manejo corporal, características de los buenos teatreros, escudriñó en sus recuerdos para contar sus vivencias en el mundo de las artes escénicas.

Weimar Quintero Guerrero, natural de Piedecuesta (Santander), tiene 23 años de estar dedicado al  teatro. Afirma que se inició de niño y pasó por varios grupos hasta que aterrizó como director de Incubaxión.

En su niñez un hecho marcó su vida fue ver llegar un gigantesco desfile a su pueblo. Se trataba del circo de los hermanos Gasca, un ambiente de fiesta, de payasos y malabaristas.

El espectáculo que por primera vez presenciaron sus ojos le llegó a su esencia. Desde esa época se empezó a preguntar por las artes e ingresó  a escuelas para formarse.

Las frases que más recuerda en ese entonces eran las que le repetían sus padres: “Si va a hacer algo, hágalo bien, sino mejor quédese quieto” y “Si no tiene nada bueno para hablar de una persona… mejor no hable”.

El artista y su grupo, reconocidos en el país por las puestas en escena con zancos y malabares, se unieron cuando su director respondió la última pregunta y charló un rato sobre el arte circense que lleva en su sangre.

Acto seguido, tomaron sus instrumentos y objetos que utilizan en las funciones y salieron a regalarle alegría a los cucuteños que puntualmente llegaron a la presentación.

De Cúcuta afirmó el artista que no es la primera vez que la visita. “Acá siempre nos han recibido con afecto, el público es crítico, pero se deja eclipsar con una impecable función”.

¿En qué momento decide que lo suyo es el teatro?

Desde el colegio, por ahí empecé. Sin embargo, cuando conocí a Reinaldo Cristancho, un director de teatro, me dijo: usted nació para las tablas. Empecé a practicarlo con disciplina y desde entonces he estado inmerso en este mundo.

¿Un hecho que haya marcado su profesión?

Ocurrió en una presentación en un parque de Bucaramanga. Al final se me acercaron varias personas a felicitarme, la sorpresa fue que una de ellas era alguien que me caía muy mal, fue tal el afecto con el que me felicitó que entendí que iba por buen camino.

¿Cómo logró que reconocieran su labor como artista?

Trabajando con Inbubaxion teatro. Sacrificando muchas cosas se consiguió tener un grupo muy consolidado.
 

¿Qué tan difícil es hacer teatro en el oriente colombiano?

Es complicado… pero no tanto, un tanto paradójico. Mire, recuerdo que de niño quien se dedicaba al arte era perseguido y cuestionado, con el paso de los años los artistas se han ganado el respeto de la gente. Ahora se puede vivir del arte y hacerla bien.
 

¿Defina el arte dramático?

Es la mejor expresión del alma.

¿El personaje que lo identifica?

‘Locato’, un clown que desarrollo con mi grupo. Sin embargo, uno que marcó mi vida fue cuando hice de Jesucristo en una semana santa en Piedecuesta, fue espectacular sentir que con la actuación generaba diferentes sentimientos en la gente.

¿La obra más recordada?

Víacrucis y Comparsa de amor y locura.

¿Cómo planea los espectáculos con Incubaxión?

Trabajando y ensayando diariamente. Se pone un tema y cada uno de los integrantes improvisa y de ahí partimos. Es creación colectiva.

¿Función que traen a Cúcuta?

Un espectáculo de circo con zancos.

¿Significado del colorido de sus trajes y maquillaje?

En mis inicios me cansé del blanco y el negro. Todo el mundo se vestía y salía con esos tonos a escena. Personalmente me fascina el color y a eso le apostamos con cada trabajo, son el símbolo de la alegría.

¿Color preferido?

El verde, me gusta demasiado, sea cual sea el tono.

¿Proyecto actual que desarrollan?

Estamos en un montaje que se llama Sinfonía. Es un espectáculo de teatro, música y circo que debíamos estrenar hace un mes.

¿El mejor reconocimiento para un teatrero?

Sin dudarlo, el aplauso sincero y espontáneo. Las caras felices de los espectadores.

¿Qué le aportan los festivales a la cultura de una región?

Considero que el arte es la única posibilidad de cambiar el imaginario de los niños. La canasta familiar no permite acceder a las manifestaciones artísticas, por eso se requiere el apoyo de la empresa pública y privada. Cuando los niños sueñan y mantienen una mente despierta aportan más.
JÓVENES TOMAN EL VIAGRA SIN NECESIDAD
 Colprensa - Manizales
"Esa pastillita del amor, la azul, me llevó hasta las nubes". Así resume Carlos su primera experiencia con la Viagra. No la necesitaba, tiene 18 años, pero lo hizo motivado por sus amigos que le contaron lo bien que se siente y lo placentero que es para las chicas.

El joven asegura que esa noche fue la primera de muchas; estaba en una rumba y, entre coqueteo y coqueteo, se dio el momento. "Me fue muy bien y quedé como un príncipe con la niña, pero me asustó que al terminar sentía mucho calor en la cara y mi corazón palpitaba con tal rapidez que lo sentía retumbar en mi cabeza".

Este uso no es nuevo. Así lo expone el urólogo Roberto Iván Giraldo, quien alerta a los jóvenes sobre el consumo del medicamento. “Ellos no lo necesitan; por su edad, no padecen de disfunción eréctil y tampoco tienen una comorbilidad evidente que les impida tener una erección placentera”.

La comorbilidad se refiere a enfermedades como la hipertensión, la diabetes, los problemas coronarios, la hipercolesterolemia y las neuropatías que sí afectan el desempeño sexual.

Además, explica, no les genera ningún beneficio, y su erección, de por sí ya es buena. “La droga es excelente para aquellos pacientes mayores de 50 años que padecen algún grado de disfunción eréctil”, aclara.

Escolares y universitarios

Al psicólogo Juan Carlos Salazar también le preocupa el consumo de Viagra en escolares y universitarios. "Es una moda", afirma y aunque no la necesitan "prima el deseo de una erección más prolongada, lo que les da, según ellos, mayor felicidad y, a la vez, satisfacción de pareja".

Estos jóvenes, dice el psicólogo, aducen que la ingieren motivados por los amigos, porque no quieren fallar; con ello demuestran que son grandes machos y buenos amantes, lo que les genera más seguridad. Es el caso de Luis, de 19 años, quien indica que pese a no sufrir problemas para tener relaciones sexuales, prefiere blindarse usando una pasta de Sildenafil (genérico del Viagra). "Es mejor usarlo para no quedar mal. Esto me permite tener dos o tres relaciones seguidas, aunque luego se me sube el calor a la cabeza y me duele".

Muchos jóvenes, como Luis, usan las pastillas para probar, pero se les ha vuelto costumbre. "Con la novia se puede obviar, pues si hay algún problema ella entenderá si acaso no funciono. Pero si resulta otra nena en una fiesta sí toca tomarla para no quedar mal y que salga a rajar de uno. No aguanta".

"En las fiestas se plantean retos: ‘a que no eres capaz de…’, ‘te presto mi novia’, ‘juguemos a la ruleta…’, etc. Se aventuran en situaciones que los ponen con la adrenalina en el techo", asegura el psicólogo. Agrega que los jóvenes de hoy están perdiendo el erotismo, la sensualidad, la afectividad y la ternura en las relaciones.

Sin embargo, algunos como Mao, con la primera vez que la toman ya no quieren saber más del tema. "Apenas comenzaba la universidad y por simple curiosidad tomé una pastilla, esto me aceleró el corazón, me dio un gran dolor de cabeza y mi pene se puso tan duro que casi no aguanto el dolor, es una experiencia que no quiero repetir".

Mezcla

Esta situación se torna cada vez más grave. El urólogo advierte que se ha vuelto común que los jóvenes ingieran este medicamento bajo el efecto o mezclado con otras sustancias. "Las psicoactivas les produce una hiperestimulación de todos los sentidos, sobre todo del cerebro, inclusive citan orgasmos mentales, pero también los deprime y en esa fase los chicos no funcionan, están llevados. Es cuando los comerciantes de fármacos aparecen y les mezclan vasoactivos sintéticos orales".

Agrega Giraldo que la mezcla con anfetaminas o licor bloquea otras enzimas que intervienen en la parte muscular, visual y vascular, lo que les produce una vasodilatación sanguínea. Como también el alcohol es vasodilatador cerebral, cardíaco y periférico se potencializan ambos efectos y puede producir cefaleas intensas, taquicardia, baja de presión, todo lo anterior porque se incrementa el efecto vasodilatador mínimo que poseen las arterias junto con el alcohol.

Aunque el efecto es pasajero, entre cuatro a cinco horas de haber sido ingeridos, también depende de la cantidad. "Ya no se meten 50 miligramos, sino dos o tres pepas juntas lo que provoca efectos vasodilatadores severos".

Este no es el único medio para conseguirlas; el problema es que este medicamento es de venta libre y se puede comprar sin prescripción médica.

La Patria visitó 10 droguerías de la ciudad y logró establecer que ya no son los adultos los únicos que adquieren el Viagra y alguno de sus genéricos, hay jóvenes hasta de 15 años que preguntan por ellos, pero el promedio de edad que más la compra está entre 18 y 25 años. Según relatan, su venta se incrementa de jueves a domingo y por lo regular casi siempre compran la más barata. Hasta en estanquillos la venden.

Reitera el urólogo que en los jóvenes estos medicamentos solo actúan como placebo, ya que biológica y orgánicamente no los necesitan.

Efectos

Sobre los efectos, es mucho lo que se dice. Aparte de prolongar la erección, los vasoactivos como el Viagra o sus genéricos produce en los adolescentes aumento de la congestión nasal, cefalea, visión borrosa, enrojecimiento del rostro y otras reacciones adversas innecesarias.

No obstante, hay un porcentaje de personas que con estas drogas puede padecer priapismo, es decir una erección mantenida y dolorosa, y otros, sobre todo en los hombres negros, pueden padecer daño en sus glóbulos rojos.

Aunque el efecto de la pastilla en la primera fase, según los pacientes, es muy buena, el urólogo Giraldo asegura que en la medida en que aumenta la distensión de los cuerpos cavernosos en el pene, llega un momento en que hay tanta sangre que la albúmina comprime el aporte sanguíneo arterial y puede haber trastornos de oxigenación, fibrosis y hasta necrosis.

El tratamiento, según Giraldo, es a base de inyecciones para derribar el priapismo, inclusive hay que hacer cirugías de drenaje para extraer los coágulos que quedan dentro y, como consecuencia, casi todos quedan con grandes pérdidas de la erección. "En conclusión, pasan de tenerlo todo a no tener nada", asegura Giraldo.

Desempeño y disfunción

Adriana Arcila Rivera, máster en terapia sexual y docente de la Universidad de Caldas, asegura que el uso de estos vasodilatadores orales en los jóvenes puede estar motivado por ese afán de experiencias y de sentir cosas nuevas. No obstante, aclara que puede pasar que la ansiedad frente al desempeño sexual les genere un proceso de vasoconstricción que impide que logren erecciones o cuando ya la tienen, la pierdan debido a la ansiedad y a la angustia.

"Es en estos casos que ellos acuden al Viagra y, aunque en ocasiones funciona y recuperan la confianza, esto les puede generar dependencia, porque van a estar requiriendo del medicamento para un buen funcionamiento".

Para Arcila hay otros muchachos que ni aún tomando estas pastillas logran erecciones, lo que les ocasiona malestar, inseguridad y en ocasiones llegan a sentirse tan mal que consideran hasta quitarse la vida. "Un joven comenta que si no va a poder funcionar como hombre, qué sentido tiene la vida".

Otro problema que los motiva a apoyarse en las pastillas es la disfunción eréctil a edades muy tempranas, pero el tratamiento no es ese, asegura Arcila, "lo que requieren es una psicoterapia para identificar lo que genera la dificultad".

Quieren cantidad

Esta época, según la sexóloga Arcila, ha privilegiado la cantidad sobre la calidad y ha estimulado una sexualidad mecánica, de resultados, de orgasmos y de éxtasis. Atrás ha quedado un contexto de respeto y amor, de valoración por la persona misma y por su compañero o compañera.

"El sexo no es para tener orgasmos, si la cosa fuera así, la gente solita aprendería a estimularse; el sexo es una experiencia de encuentro, de ternura, afecto y cariño; por lo tanto, un sexo centrado en las cantidades termina siendo insatisfactorio".

Agrega que hombres y mujeres tienen un gran desconocimiento de lo que es la sexualidad y están muy influenciados por patrones como “úsese y deséchese”, y en ese sentido no ven mal esas “ayuditas”.

Para Arcila, la realidad es que los educadores y padres están compitiendo contra las redes sociales donde hay cantidad de conceptos equivocados. Es una visión descontextualizada, aunque pasado el tiempo muchos se dan cuenta de que por encima de la cantidad está la calidad.

En conclusión, jóvenes, cuidado con creer que la pastilla azul los lleva a las nubes porque los puede dejar en el infierno. 

LA MAGIA DE UN TÍTERE ESTÁ EN EL ESPÍRITU DEL ARTISTA.

(Foto Juan Pablo Cohen/La Opinión)
Hey… señor titiritero usted como que está viejito, ha pasado más de medio siglo de vida. Desde pequeñito anda ‘gomiando’ con los títeres, cosa que nos hace muy felices.

Habla con su arlequín, uno de los títeres que trajo a Cúcuta para deleitar a chicos y grandes. Contó que nació en Valparaíso (Chile). Ricardo Ignacio Núñez Pérez manifestó que ha estado vinculado al mundo de las artes y la cultura en su país desde muy niño.

En la lectura descubrió la importancia que tienen las manifestaciones artísticas en la vida del hombre. 

Aparte de su oficio como titiritero es docente de literatura y afirma que le gusta enseñar cuentos a los niños para despertar en ellos el interés por las letras.

En Cúcuta estuvo como invitado al Decimo Festival Internacional de Títeres que organiza el teatro Arlequín de Los Patios. 

Aprovechando su visita a Colombia no ocultó su pasión por el fútbol y con una sonrisa de oreja a oreja le preguntó a su arlequín: ¿qué pasa el 11 de octubre? La respuesta: que los chilenos vienen a Barranquilla a sacarse el clavo del 3 a 1 en el estadio nacional de Santiago de Chile.

El jocoso comentario dio paso a una serie de preguntas en las que dejó ver su pensamiento y habló de lo que lo apasiona: los títeres.

¿Qué significa ser titiritero?

Trabajar por el arte y aportar para mejorar al mundo. Enseñar a los niños a ser fuertes y valientes.

¿Dónde está la magia de un títere?

En el espíritu del titiritero. Somos muy infantiles e improvisamos mucho. Tenemos información intelectual que debemos aprovechar, pues el títere es la prolongación del titiritero, a ellos les prestamos nuestras manos, la cabeza, los pies…todo.

¿Cómo transmitir un buen mensaje?

Según el tipo de público. No es lo mismo escribir y planear una obra para primera infancia, para adultos o para personas con un nivel intelectual mayor. También del sitio a donde se lleve la función.

Los elabora o ¿cómo los consigue?

Prefiero hacer los títeres, eso da más sentido al oficio. Por ejemplo, el que traje a la entrevista (ver  fotografía), es un arlequín hecho en fibra de vidrio y con la técnica del guante-guiñol. Pertenece a una obra para adultos que se llama: El payaso y el pan de Roberto Espina.

¿Presentaciones más recordadas?

Una obra donde estaba con Jaime Villafan y el gran titiritero argentino Roberto Espina. Hablo de la vieja guardia de titiriteros de Chile y Argentina. 

¿Qué tanto apoyo hay para los titiriteros en Chile?

Lo hay desde el Ministerio de Cultura. Al norte y al sur de mi país anualmente se hace un festival de teatro de títeres.

¿Hechos curiosos en su carrera?

Presentar una función de títeres en el lago Titicaca (entre Bolivia y Perú). Un día abordamos una lancha y llegamos hasta la mitad del lago donde está la isla Taquile y sus pobladores hablan Quechua. Llevé los títeres por intercambio cultural.

¿Los temas de sus funciones?

A Cúcuta traje un espectáculo sobre medio ambiente llamado: S.O.S. Salvémosla., haciendo alusión al cuidado de la Tierra.

¿Por qué fomentar el arte en la primera infancia?

Hasta los 4 años los niños desarrollan el cerebro y el intelecto. Todo lo que se haga por ellos en esa etapa quedará guardado en su memoria para siempre.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Bienvenidos a 'Casablanca la bella' La nueva novela del escritor Fernando Vallejo.

El polémico escritor antioqueño escribió su anunciada versión del desastre que son Colombia y el ser humano.
Por: Nelson Fredy Padilla
Sus lectores conocemos muy bien la estructura de una casa como metáfora de Colombia, la mala madre representada en ‘El desbarrancadero’, premio Rómulo Gallegos hace diez años. Ahora estamos en ‘Casablanca la bella’, novela inspirada en la reconstrucción de esta casa en Medellín. ¿Cómo define esta obra?
Es la historia de un fracaso. La vida es dolorosa, angustiosa y miserable, y todas las grandes empresas del ser humano están destinadas al derrumbe y al olvido. Este libro es una especie de parábola de eso. Todo el esfuerzo que pongas en levantar algo se lo llevará el viento y no quedará ni rastro. Las pirámides las borrará un viento arenoso. Ahora, ni se diga las obras hechas con palabras, que son tan deleznables y efímeras. La casa de que trata es tan efímera como las palabras en las que la describo.
Esta nueva ficción ratifica la importancia de su obra vista desde las casas que la acogen: la finca Santa Anita de su infancia, que “huele a azahar de naranjo”, pasando por “Casaloca”, la de ‘El desbarrancadero’, hasta llegar a Casablanca. Espacios físicos reales a partir de los que usted construyó visiones del país en el que le tocó nacer, ahora explorando esa utopía de casi todos: el sueño de construir una casa propia, sin que nada salga como se planea.
Los colombianos se pasan la vida soñando con eso: la casa, la casa de sus sueños. Ahora se conforman con apartamenticos, pero es un sueño del país, y si la casa se derrumba, se derrumbó el sueño.
Esa preponderancia de las casas fue premeditada o fruto de la construcción literaria.
Es que, por ejemplo, la finca Santa Anita no puedo quitármela de la cabeza, porque allí pasé los momentos más felices de la infancia y está asociada a mi abuela, a quien más quise. La casa de El desbarrancadero, donde murieron mi papá y mi hermano Darío, donde vivimos tantísimos años, estaba llena de recuerdos. Y como los libros míos, en última instancia soy yo. Esa es la razón.
En esta casa el narrador apenas empieza a vivir y la convierte en una especie de caballo de Troya para ganarle una guerra a un país que no lo quiere ni lo entiende: “Le voy a probar a Colombia que conmigo no puede”. Esta vez tomó un cascarón inerte y lo incorporó a la revitalización de su literatura.
Lo que pasa es que la casa de Casablanca la bella es la única que ha tenido este personaje y, sin realmente quererla, es tal vez una tabla de salvación porque ya está naufragando y se va a hundir en el mar (frase que describe la portada que él mismo armó). Entonces dice: construyamos esta casa, a ver qué queda. Pero ahí mismo la tiene que llenar de cosas, porque uno tiene que inventarse qué hacer aquí.
El punto de partida es real: esta casa del barrio Laureles de Medellín, que usted salvó de ser arrasada por los constructores de edificios y restauró. Uno podría pensar que lo hizo por ostentación y la encuentro tan austera como un monasterio, “una casa sencilla de las de antes”.
La gente usualmente llena la vida construyendo su casa, y si tiene dinero construye su finca, cosas materiales. Yo siempre he tenido desprecio por las cosas materiales.
A veces uno cree que con su casa tiene todo y en realidad no tiene nada.
Sí, y así como no lo tienen las personas en el país nuestro, tampoco la humanidad. Colombia va a la deriva, hundiéndose, al garete, no sabemos para dónde. La humanidad también. Para allá vamos, para el derrumbe universal. Todos los signos son de que esto se termina. La razón es que somos 7.000 millones y no cabemos. Estamos destruyendo el planeta, no sólo ecológicamente; ya es un lugar común decir que los polos se están derritiendo, que los ríos son cloacas, que el mar es un resumidero de cloacas, que la capa de ozono está rota, que no hay dónde sembrar para alimentar a tanta gente. Y eso no tiene vuelta atrás. No podemos matar a 2.000 o 3.000 millones para medio equilibrar esto.
Explosión demográfica usada para fines políticos. Por ejemplo, el Gobierno habla de 100.000 casas gratis.
Es que el problema no es hacer 100.000 casas. Aquí tenemos que hacerles casas a 20 millones. Cuando yo nací, esto tenía 8 millones; ahora vamos acercándonos a 50. La inmensa mayoría de los colombianos viven pobremente, los que tienen trabajo. Los que no tienen viven en la absoluta miseria. El desempleo es monstruoso. Tenemos tres o cuatro millones de desplazados, otro tanto de exiliados. El desempleo en Medellín es monstruoso y es la segunda ciudad de Colombia, la que construye y dan como ejemplo. Date una vuelta por el parque Bolívar para ver las comunas volcándose sin trabajo. Los muchachitos de 16 ya tienen un hijo y las muchachitas de 14 ya tienen un hijo, y los de 14 tienen hermanos de varios padres. Y las mamás que antes eran el soporte de las familias ahora tienen hijos de varios maridos. Un desastre monstruoso producido por la Iglesia y la clase política que han dirigido el destino de Colombia.
Siempre prometiendo la casita sin cuota inicial.
Pero claro. Mira allá atrás, en el patio, dos pájaros dándose besos, mira qué cosa tan hermosa, mira, mira. Son tortolitas o cucaracheros. Qué cosa deslumbrante. Es un don del cielo ver esto. Mira qué hermosura.
En el libro usted nombra a Pablo Escobar, el criminal que manipuló a esta ciudad con la construcción del “Medellín sin tugurios”.
Es que no hay mucha diferencia entre Pablo Escobar y la clase dirigente colombiana. Además están emparentados o tienen nexos muy, muy cercanos.
¿El engaño de una casa le resultó la excusa perfecta para explicar qué es “la vil Colombia”?
Claro. Alcanza para mostrar el desastre de este país y de la humanidad. Es que si pudiéramos irnos para otro lado... Pero para dónde. Para donde nos vayamos encontraremos el mismo hacinamiento, los mismos embotellamientos, la violencia, dificultad para conseguir y conservar un trabajo.
Además de la reconocida fuerza creativa de su yo, en este libro la enriquece rescatando el espíritu investigativo de ‘Logoi’, su tratado sobre gramática, y las biografías sobre Barba Jacob, José Asunción Silva y Rufino José Cuervo, para configurar casa por casa, familia por familia, la transformación de su vecindario en Medellín, para demostrar cómo aquí en Laureles, en “Casaloca” y Casablanca, su familia sobrevive en “una jungla de edificios”.
Yo las vi tumbar todas para hacer edificios, para hacinar a la gente en apartamenticos chiquiticos, en una ciudad caliente donde no hay aire acondicionado para los que tienen algo, porque en las comunas están hacinados en cuartuchos hirvientes. Yo lo veo desde niño: toda carretera, todo puente, todo aeropuerto, toda cárcel que hacían eran insuficientes. No se dan cuenta de que hay que parar el crecimiento demográfico con el control de la natalidad. Estamos rebasados. Esto es la locura.
¿Este libro completa “el desastre total” que usted venía anunciando literariamente?
Es la forma que encontré para escribir el que se iba a llamar El desastre. Casablanca la bella es el desastre.
El narrador se aferra a esta casa flotante antes de que todo se hunda, porque no hay salvación posible.
Es mi último refugio, un barquito que se hunde, lo último para un náufrago. No tengo arrimadero.
En la vida real de Fernando Vallejo, ¿esta será su última morada?
La verdad es que no sé dónde me vaya a morir. Para mí lo más posible es que me muera en México o en Colombia. Son mis dos países. Y si es en Colombia, que sea en Medellín. La gente busca dónde va a vivir; yo busco dónde me voy a morir.
Hace unos años me dijo en “Casaloca” que aspiraba a morirse ahí. ¿Ahora puede ser esta?
Puede ser. En otra época pensé en recuperar la casa donde nací, en el barrio de Boston, que era un barrio modesto y ahora está venido a menos.
La de la calle Perú.
Sí. La casa está casi tal cual, a punto de derrumbarse, pero tiene la mayor parte de las baldosas y cielorrasos de cuando yo nací. Una casa estrechita que yo veía inmensa de niño. Dos patiecitos, un naranjo. Muchas veces he vuelto y pensado en morir ahí, para que la burra sea bien grande y después de haber caminado tanto no haber avanzado un palmo. Está subiendo unas veinte cuadras del centro de Medellín. Hay muchas casas del barrio que no han tumbado. Todas se irán porque en este valle no cabrá toda la gente. Seguirán construyendo. Se van a ir hacia El Retiro, a construir una ciudad de Medellín sobre la montaña, para embotellarse arriba mientras se embotellan los otros abajo. Ese es el destino de esto.
¿Por qué no la compró?
La hubiera podido comprar, lo que pasa es que el asunto de morirse es muy romántico y muy literario, pero lo cierto es que si voy a esa casa no duro cinco días antes de que me maten. Todo es muy inseguro. En esta también. Aquí me matan en cualquier momento, entrando. La ciudad está en manos del hampa.
Usted va a cumplir 71 años y le da por reconstruir una casa y en ese camino descubre la estructura de otro libro. ¿Para qué más?
En realidad, para nada, por llenar el tiempo vacío, porque yo tengo la sensación clarísima de que la vida es inútil. Entonces no lo hice para darle un sentido a la vida, porque la vida no tiene sentido, sino para llenarla mientras tanto. Uno decide: o la lleno o me mato. ¿Cuál de las dos? La lleno con libros. Cuando la estaba reconstruyendo vi que estaba sobre un lago, un pantano inmenso que no se veía, que la fachada se iba a caer. Ahora me importa un comino que se derrumbe. Si se cae me da risa. ¿Para qué escribe uno libros? ¿Para qué llega un tipo a la Presidencia? Para nada. Si vamos para la muerte y el olvido. Precisamente la hice con dos patios para que el viento se lleve todo.
La suya ha sido una vida para la novela.
Sí. Es que la novela es el género más grande de la literatura, abarca muchos tipos de obra y ninguno puede competir con ella, ni la biografía, ni las memorias, ni la autobiografía, ni los ensayos. La única forma de captar la complejidad inmensa de la vida es la novela. En lo que lleva la literatura occidental, que empieza con la Ilíada y la Odisea hace 3.000 años, no ha dado cuenta de lo que es esto sino en mínima, mínima medida. Se trata es de dar cuenta en un libro de lo más que se pueda de más de lo que se ha dado hasta ahora. Y ahora es más y más difícil apresarlo, porque nunca antes el mundo había cambiado tanto y tan rápido, a una velocidad vertiginosa en la tecnología, en la concepción de todas las cosas.
¿El conjunto de su obra pudo ser tan totalizante como pretendía?
No, pero en este libro lo intento. Las palabras no parecen capaces de captar esta realidad, pero yo pienso que sí, que la palabra es el hombre y que el hombre es capaz. Tiene que ser con alegoría.
En cierta medida ‘Casablanca’ me recordó ‘El castillo’, de Kafka. En la página 131 usted escribió: “La pesadilla de Kafka era despertarse convertido en un insecto. La mía es haber despertado convertido en un ser humano”.
Es la alegoría de Kafka. ¿Cómo pudo captar este mundo burocrático que ya estaba en su apogeo en 1920? Con unas metáforas. El personaje no pudo entrar al castillo.
Usted es primera persona, “el que está detrás de la máscara y dice ‘yo’”, y sin embargo aquí lo acompañan una coral de voces: abuelos, hermanos, tíos, vecinos, obreros, el taxista acallado, indigentes.
Todos son personajes fantasmagóricos, no reales, alguien está captándolos desde el aire. No está clara su realidad ni está claro si el narrador tiene una realidad, aunque parece que es más firme, más real que ellos. Pero a lo mejor también es irreal.
Personajes sacados de su ‘Río del tiempo’. ¿Por eso el objeto más importante de ‘Casablanca’ es este reloj que tiene a sus espaldas?
Es que este reloj está asociado a mi niñez, a mi abuela Raquel, a la finca Santa Anita, a lo que he querido, al espejismo de la felicidad. Me detengo a oírlo. Vivo pendiente de sus campanadas, porque el tiempo es efímero, va pasando, y entre más pasa, más nos borra.
En todos sus libros la muerte es tema. ¿Esa introspección se intensificó desde ‘El don de la vida’ porque se le acerca la hora?
Sí. Por la edad es evidentísimo que es el final. Sin que me cause angustia, ni tristeza, ni miedo.
En un diálogo le preguntan al narrador de ‘Casablanca’ si no es el momento de dejar de despotricar contra todo, de estar en paz y pedir perdón. Le pregunto lo mismo.
Puesto que no tengo ningún pecado, ni tengo ningún delito, no tengo por qué pedir perdón.
Pero algunos lo ven como el símbolo de un pecador.
Porque piensan que los hechos sexuales son un pecado. No. ¡Pecado es comerse a los animales! Eso sí es pecado. O pecado es reproducirse, ¡un crimen! Nadie tiene derecho a imponer la vida. Ni siquiera quitar la vida, porque hay mucha gente a la que hay que exterminar porque no se puede vivir con ellos como no se puede vivir con un jaguar en esta casa.
¿Por qué en el libro las ratas conviven con el narrador y son interlocutoras permanentes?
Porque las ratas están en la casa. Cuando aparecen en el libro el lector pensará que se suman al desastre. No, no se suman al desastre. Lo que pasa es que yo las quiero, son pobres animales, inteligentes, a los cuales el hombre les contagia la peste. También ellas nos contagian a nosotros. En esencia somos iguales. Las pobres ratas que están martirizando en los laboratorios para qué. Con el cuento de los avances de la medicina, para salvar a la especie humana, los investigadores van detrás de becas, de avanzar en el escalafón académico o detrás de un premio Nobel. No nos digamos mentiras. Hay que acabar con los mataderos, la industria avícola y porcina, esa es la medida de la infamia de la cultura occidental.
En la medida en que se multiplican los edificios, las ratas parecen multiplicarse.
Las pobres ratas se multiplican como se multiplica la gente. Pero son los seres humanos los que pueden parar la cadena reproductiva y no lo están haciendo. No lo dicen el presidente, ni el Congreso, ni los rectores, nadie.
En qué ha cambiado el Fernando Vallejo que alguna vez tuvo como casa una calle, como vecinas a las ratas y se abrigó con periódicos, versus el que reconstruyó esta casa.
En nada.
¿Qué se siente cuando la casa de uno es la calle?
El desamparo en una forma más extrema, pero estamos desamparados todos, nos pueden matar entrando o saliendo. La casa y la calle me dieron un libro y no hay procurador de Colombia que pueda destruirlo. Más bien tendría que agarrar a los editores piratas, que se sabe quiénes son, pero como aquí la autoridad está para atracarnos y extorsionarnos, son los grandes vacunadores, son unos sinvergüenzas que no nos protegen, sólo están para obstaculizar. Simbolizan la desaparición del Estado. Nos están asfixiando.
La casa se volvió la forma de postrar al ciudadano.
El que tiene su casa en un barrio bajo está menos propenso a la extorsión del Gobierno; si tiene algo mejorcito, ahí le caerán para tratar de repartírsela esos hampones. Nuestros padres de la patria son paradójicos, porque los padres son los que sostienen a los hijos y aquí nosotros tenemos que sostener a estos sinvergüenzas.
Aquí le declara la guerra a los “constructores grotescos, que son una plaga”. ¿Incluye a los gómez, mazueras, sarmientos?
Esos son millonarios de Colombia. Construyen casas para hacer fortuna y cada vez las hacen más mal. Cada vez son más miserables los edificios, más falsas las comodidades.
¿Después de ‘Casablanca’ vendrá otra casa en su obra?
No sé. Ya no me voy a inventar otra casa. Yo quisiera que este fuera el último libro y no tener que escribir más. Pero he seguido haciéndolo por pura desocupación. Ojalá esto se acabe rápido, porque mientras tanto, ¿qué hago?
Usted es un autor que se declara “muerto en vida”, “un condenado a la vida”. ¿Eso le dará para más novelas?
Yo seguiría buscando la fórmula de decir muchas cosas que no se han dicho. Y hacer que el idioma sirva para lo que puede servir, la palabra escrita para describir la nueva forma del infierno que estamos viviendo. Probablemente nos estamos acercando al final del planeta y la humanidad.

domingo, 6 de octubre de 2013

¿Cuántos objetos puede contar tu cerebro de un vistazo?

Por  | Ciencia curiosa
Si hablamos de contar objetos, a casi todo el mundo le viene a la cabeza la famosa escena de la película "Rain Man" en la que se cae una caja de palillos al suelo y el personaje de Dustin Hoffman los cuenta de un vistazo. "Hay 246", dice a los pocos segundos. Sin llegar a tal extremo, y como explican en NPR, resulta que todos tenemos una habilidad parecida y un área del cerebro especializada en contar objetos con una primera impresión.

Las neuronas en rojo se activaban con un objeto y las marcadas en rosa cuando se reconocen ocho. Imagen: Ben Harvey/Utretch …
El estudio, realizado por el equipo de Ben Harvey de la Universidad de Utrecht, asegura que existe una región en nuestro cerebro especializada en el reconocimiento de cantidades y que es diferente de la que trabaja cuando pensamos en los números a nivel simbólico, en la figura de un 5, por ejemplo. Previamente, los científicos habían observado una serie de neuronas en los cerebros de los monos que se activaban ante cantidades concretas de objetos, como tres círculos en una pantalla.
Así que el equipo de Harvey decidió buscar lo mismo en humanos. Para el experimento mostraron una serie de círculos en la pantalla del ordenador, en series que iban desde un objeto hasta ocho y monitorizaban la actividad cerebral de los sujetos mediante resonancia magnética funcional. Tal y como explican en su trabajo publicado en Science, los investigadores encontraron un área de unas 80.000 neuronas en la corteza parietal - del tamaño de un sello de correos - que se iluminaban durante la tarea. Y lo hacía con una particularidad: si eran pocos objetos se iluminaban las neuronas de un extremo del área y si eran muchos las neuronas del otro lado.
Lo que proponen los científicos va, sin embargo, un poco más allá de la mera localización de un área asociada a una actividad. En su opinión, esta capacidad podría actuar como una especie de sexto sentido, o un sentido cuantitativo, ya que posee una zona específica del encéfalo - como la vista o le tacto- y al igual que estos, las neuronas se agrupan en función de las tareas. Es decir, hay más neuronas dedicadas a percibir cantidades pequeñas y menos en el extremo donde se detectan cantidades grandes, lo que explica por qué la mayoría de sujetos eran buenos reconociendo de un vistazo hasta cinco objetos y solo uno de ellos fue capaz de saber de un golpe de vista que había exactamente ocho. Lo mismo sucede para ver, explica Harvey, donde la mayoría de receptores se sitúan en el centro del campo de visión, y con el tacto, donde las manos ocupan una gran área del cerebro, mucho mayor que el resto de zonas del cuerpo.
En cualquier caso, aseguran, cuanto mayor es tu capacidad para reconocer cantidades de un solo vistazo, mejores son tus dotes para resolver algunos problemas matemáticos o ecuaciones, lo que puede poner en la pista para conocer mejor esta manera de pensar y buscar estrategias para mejorar nuestras habilidades con los números.
Fuente: Yahoo! España
¿Cuántos objetos puede contar tu cerebro de un vistazo?