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domingo, 18 de octubre de 2015

La Enseñanza para la Comprensión: Cómo ir de lo salvaje a lo domesticado
  


Por: David Perkins (Estados Unidos). Traducción y adaptación de Yecid Puentes Osma (Colombia)
Hace ya algunos años, me reuní con algunos colegas en un sitio campestre a dos horas de Bogotá, Colombia, donde habíamos realizado algún trabajo, para reflexionar acerca de nuestra vida profesional. En algún momento de receso nos dedicamos a pasear por los alrededores con el objeto de observar el tropical lugar de manera individual y llevar luego nuestras ideas y observaciones de nuevo al grupo.
Me encontré explorando la transición entre los bien cuidados terrenos del lugar y un desfiladero aledaño a éste. Entre más me adentraba en este último, todo iba cambiando. El domesticado y bien cortado césped y las camas de flores del sitio se iban volviendo más salvajes. Las enredaderas iban apoderándose de los árboles y los arbustos florecían con hojas enormes. Se trataba de un mundo vertical con plantas que buscaban cada resquicio de terreno horizontal, tratando de encontrar un lugar a diferentes niveles; las hormigas desfilaban hacia arriba y hacia abajo de los troncos; grandes raíces se entretejían a lo largo de cada inclinación del desfiladero.
No había falta de orden en el desfiladero, sólo que ese orden era de carácter distinto: salvaje y orgánico, generado por formas de vida que se apiñaban una contra la otra, buscando su espacio vital.
Desde ese día, el tema de lo domesticado y lo salvaje me ha proveído de una metáfora muy interesante para pensar acerca de muchas facetas del mundo, especialmente de la educación. Durante bastante tiempo he estado involucrado en proyectos que buscan hacer de la educación una actividad cada vez más rica en opciones. Fui muy afortunado en jugar un papel protagónico en el desarrollo del marco de la Enseñanza para la Comprensión... La metáfora de lo domesticado y lo salvaje me ayuda a pensar en los retos que plantea la educación y en la contribución del enfoque de Enseñanza para la Comprensión a ella.
Hay una especie de trampa de domesticación, una trampa en contra de la cual la Enseñanza para la Comprensión nos puede prevenir. En muchos entornos educativos y por numerosas razones tendemos a domesticar las cosas. De hecho, es la forma más fácil de crear la ilusión de que la enseñanza consiste en hacer el aprendizaje simple. Creemos que, cuando hacemos eso, los alumnos van a ser exitosos y a aprender más. No es así, con ello tan sólo bajamos la exigencia.
¿Qué apariencia tiene este proceso de baja exigencia? En realidad, es fácil de lograr: hacer actividades más rutinarias, establecer más reglas, parcelar más el conocimiento e incluir actividades memorísticas. También enseñamos para el examen. Cuando se hace todo esto, da la impresión que todo luce bien.
Por otra parte, al estudiar los libros de texto, los currículos escolares y lo que sucede en las aulas, se pueden encontrar cosas interesantes; sin embargo, no puede uno dejar de sentirse impresionado y deprimido a la vez al ver algunos temas tan poco exigentes. He aquí uno de mis favoritos... la fórmula cuadrática que aunque tiene sus usos, es el ejemplo clásico de una rutina mecánica (y poco útil, a propósito) aplicada sin mucha comprensión real. Las cuadráticas son una forma relativamente restringida de construir modelos matemáticos que consumen una gran cantidad de tiempo.
Otros de mis favoritos en este sentido son: el subrayado de ideas principales, las cuatro causas de la revolución industrial o cuánto se demora un objeto que pesa 10 kilogramos para, bueno, digamos desplazarse por una rampa con una pendiente de tanto de largo o balancearse en un péndulo o lo que sea. Hay innumerables problemas que comienzan más o menos así.
Seguramente usted también tendrá sus propios temas domesticados. A mí me gusta preguntar a la gente qué se le ocurre y algunos de los temas que mencionan son las fechas de los períodos presidenciales, hacer análisis de oraciones, las tablas de multiplicar y la memorización de poemas.
No me malinterpreten, no todo tema domesticado es una pérdida de tiempo. Yo solía memorizar algunos poemas en la secundaria que aún recuerdo y quiero. Por otro lado, es muy útil tener las tablas de multiplicación a mano, eso no quiere decir que las comprendamos en profundidad y, de hecho, no siempre es necesario, tan sólo están allí, al alcance de uno, y eso es importante. Les contaré una historia personal. Recuerdo que por allá por el segundo o tercer grado mi papá se sorprendió al descubrir que no me sabía las tablas muy bien, entonces me sobornó: tres dólares si me las aprendía bien en una semana y cinco si las podía decir bien en el fin de semana. Era mucho dinero para mí, así que me las aprendí el fin de semana. Nunca me he arrepentido ¡Y no sólo por los cinco dólares!
Desafortunadamente, no se puede sobornar a los chicos y, de todas maneras, no es buena idea porque esto tiende a socavar el genuino interés de los niños por aprender, lo que los sicólogos llaman motivación intrínseca. Pero la domesticación en conjunto es desmotivante. Hace las cosas aburridas aunque sean superficialmente accesibles. Esa es otra razón de enseñar para la comprensión: un buen reto para la comprensión es que esté un poco del lado más salvaje que del fácilmente domesticable, pero no mucho; es simplemente más enganchador. De hecho, mucha de la investigación que hay detrás del marco de la Enseñanza para la Comprensión muestra exactamente eso, los estudiantes que aprenden con este enfoque se interesan más en lo que aprenden.
Volviendo a lo del lado salvaje y al más domesticable, éste último tiene sus virtudes porque hace las cosas más accesibles. De hecho, nuestro trabajo como educadores es lograr esto. Si todos pudiésemos aprender cualquier cosa con sólo escucharla o leerla, no necesitaríamos educación formal... Me gustaría ponerlo en estos términos: la mala domesticación de los temas elimina el lado salvaje, la buena domesticación, por el contrario, la ilumina...
¿Cuál es, entonces, nuestro rol como educadores con respecto a estos temas? Creo que tenemos dos retos grandes; uno es cómo domesticar lo salvaje de manera apropiada, sin sacar de una vez todo el jugo a los temas, haciendo más accesibles las cosas complicadas que los niños y jóvenes necesitan aprender. El otro, el reto más tradicional, es cómo hacer más salvaje lo ya domesticado, cómo poner jugo de nuevo a los temas tradicionales.
La Enseñanza para la Comprensión es de gran ayuda en esta misión. La perspectiva de desempeños propia de este enfoque insiste en que nos mantengamos más bien del lado salvaje. Nos propone a los educadores pensar acerca de lo que estamos enseñando y dónde reside la riqueza de tal material. Es una forma excelente de hacer más salvaje lo domesticado y de domesticar lo salvaje, de iluminar, no de eliminar...
El dilema de lo domesticado y lo salvaje viene a mi mente otra vez cuando observo la forma en la cual la educación exhibe sus fortalezas y debilidades. La educación formal ha sido muy buena durante mucho tiempo para hacer que los temas estén al alcance de la mano. Sólo piensen en el DNA, los numeradores y denominadores, Shakespeare, Paul Revere y Luis XIV, la ley de la oferta y la demanda, la ley de Boyle y los pactos marítimos, etc. Me parece que no está mal del todo que uno sepa muchas cosas y que la educación brinde la oportunidad de que uno las aprenda.
Sin embargo, la educación tradicional nunca ha sido tan buena como para guiar a los estudiantes a que hagan algo con todo ese conocimiento. En ocasiones, la educación me parece una gran torre de Babel donde los niños aprenden a decir palabras y oraciones que luego se amontonan sin sentido, justamente porque no saben qué hacer con lo que saben. No se piensa lo suficiente con lo que se sabe, no se lo examina críticamente, no se lo transfiere a otras áreas o partes de nuestra vida.
Patinar” para comprender
El aspecto de qué hacer con lo que uno sabe me parece tan importante como para darle un nombre, así que le llamo “las artes del conocimiento”. Por definición, el conocimiento se refiere a las artes y oficios, las habilidades, disposiciones y comprensiones que se involucran cuando se sabe algo bien. Para hacer un listado de sólo algunas de ellas, incluyo la escritura y el dibujo y, en general, la expresión en varios medios; la lectura, especialmente la lectura comprensiva, además de la lectura de trabajos de artes visuales, la música, la danza, etc.; varias clases de cuestionamientos como en historia, ciencia o literatura; la lógica y el razonamiento, la construcción de modelos como se hace en ciencias y matemáticas y muchas más...
Dos de las más importantes artes del conocimiento son claves en educación: el aprendizaje y la enseñanza y, en este sentido, la Enseñanza para la Comprensión es un arte del conocimiento que se debe tener en muy alta estima...
Por otra parte, la perspectiva de la comprensión va muy de la mano con la noción de artes del conocimiento pues se centra en lo que quien aprende hace con ello. Esta visión, básicamente, nos dice que la verdadera comprensión de un tópico depende en gran medida de lo que puedes hacer con él. ¿Puedes razonar acerca de ello? ¿Puedes explicar el tópico en tus propias palabras? ¿Puedes verlo de manera crítica? ¿Puedes relacionarlo con otros tópicos e ideas? Estos y otros haceres muestran la comprensión que el aprendiz ha alcanzado y le ayudan a avanzar.
Para explicar lo que quiero decir acerca de esta visión de la comprensión como desempeño, permítanme ilustrarlo con esta metáfora: El aprendizaje para la comprensión es más aprender a patinar que aprender acerca del patinaje.
Tal vez escogí esta metáfora porque el patinaje siempre representó un reto de comprensión para mí a nivel físico. Me crié en un pequeño pueblo de Maine en el cual se podía patinar en el invierno en un lago congelado y, de hecho, sabía algunas cosas acerca del patinaje: cómo se veía, dónde se practicaba, qué prendas usabas para practicarlo, etc. Pero yo no podía patinar bien. Realmente nunca logré hacerlo bien. Nunca comprendí realmente el patinaje en el sentido de ser capaz de desempeñarme de manera fluida y flexible.
La misma comparación puede hacerse con relación a muchos de los tópicos que se estudian en las aulas: la verdadera comprensión no reside en saber acerca de los tópicos estudiados sino en ser capaz de “patinarlos”; es decir, ser capaz de desempeñarse en ello. Tomemos, por ejemplo, las leyes de Newton. Yo puedo saber acerca de las leyes de Newton en el sentido de recitarlas, decir de dónde provienen o dar respuestas a preguntas en una prueba estandarizada y, sin embargo, no entenderlas muy bien; en últimas, no “patinarlas”. Si puedo hacerlo, ello implicaría, por ejemplo, que puedo ver el mundo que me rodea y hallarle sentido. Podría entender porqué es menos grave estrellarme con un Volkswagen que con un camión Mack, comprendería por qué en el fútbol americano unos jugadores son más grandes y otros más pequeños. Si puedo “patinar” las leyes de Newton, entiendo cómo se pueden poner a prueba tales leyes o qué sería del mundo si alguna no fuera verdadera.
Lo mismo ocurre con el tema de la revolución francesa. Si tan sólo sé acerca de este tema únicamente podré decirte algunas cosas y eso sería todo. Pero, si puedo “patinar” con ese tema, puedo compararlo con otras revoluciones como la americana o la rusa; puedo ponderar las causas que llevaron a ella o si las cosas pudieron haber pasado de otra manera. Puedo explorar su influencia en otras épocas y culturas y, al hacer estas cosas, no estoy tan sólo repitiendo una historia que me contaron sino produciendo pensamiento nuevo, al menos nuevo para mí mismo. Estoy patinando y no sólo diciendo lo que sé acerca de patinar...
La Enseñanza para la Comprensión es una maravillosa herramienta para hacer un poco más salvaje lo ya domesticado...cuando enseñamos con este enfoque no sólo estamos enseñando acerca de algo, estamos ayudando a nuestros estudiantes a “patinar” con lo que saben.
Pandora en el aula
Tal vez sea este el momento apropiado para dar una mirada al panorama educativo y explorar dónde encaja allí la Enseñanza para la Comprensión. Déjenme plantear tres preguntas acerca de la educación, válidas en cualquier situación:
1. ¿Qué vale la pena aprender?
2. ¿Cuál es la mejor manera de aprenderlo?
3. ¿Cómo aprenderlo de esa manera?
De manera un tanto jocosa llamamos a estas preguntas las tres preguntas de Pandora en educación.
Y, ¿Por qué Pandora? Esto alude a la leyenda griega de Pandora quien estaba tan curiosa sobre una caja cerrada que tenía que no se aguantó la curiosidad y la abrió. Dentro se hallaban todos los males de la tierra, los cuales fueron liberados. Estas tres preguntas son un poco como eso, suenan muy simples y, por ello, parece tentador tratar de responderlas de manera simple: ¿Qué vale la pena aprender? Lectura, escritura, aritmética, más, digamos algo de ciencia, historia, literatura. ¿Cómo aprender eso de la mejor manera posible? A través de la información y la práctica. ¿ Cómo aprenderlo de esa manera? Libros de texto, conferencias y mucha práctica.
Pero, una vez estas tres preguntas se hacen públicas, todos los males de la educación salen a flote. Las respuestas razonables no sólo se vuelven complicadas sino que se convierten en algo muy controvertido... Hay muchas visiones diferentes en la sociedad de hoy acerca de lo que vale la pena aprender, de cómo aprenderlo de la mejor manera y de con qué lograrlo. Veamos estas tres preguntas en un poco más de detalle sin meternos en camisa de once varas, en lo posible.
1. ¿Qué vale la pena aprender?
Sin importar si lo que tenemos en mente es ecología, habilidades de pensamiento, prácticas ciudadanas o fracciones aritméticas, como educadores siempre debemos preguntarnos: “¿Qué vale la pena aprender de este tema? Por supuesto, muchos factores inciden en la importancia que pueda tener un tópico en particular: su importancia social, en el caso de la práctica ciudadana; una comprensión básica o una habilidad que necesitamos en la vida; prepararnos para aprendizajes posteriores, etc. También puede haber diferentes visiones acerca de lo que vale la pena aprender, por ejemplo, el debate sobre si debería enseñarse la idea Darviniana de la evolución. Algunas personas debaten si vale la pena o no enseñar algo para llegar a comprenderlo o si los niños deberían concentrarse en adquirir y practicar conocimientos y habilidades, por lo menos en la educación temprana.
Es justo aquí donde la Enseñanza para la Comprensión cobra importancia: La comprensión, en sí, es sumamente importante. Una gran cantidad de los aprendizajes que adquirimos no valen la pena si no se aprenden de manera profunda. Las habilidades aritméticas no nos sirven de mucho a menos que se comprenda cuándo se deben aplicar. Las definiciones de democracia no son muy útiles si no comprendemos la democracia de manera que actuemos responsablemente cuando participamos de la democracia misma. Los conceptos de argumento y personaje no sirven de nada si no podemos leer literatura de manera comprometida y crítica.
El marco de la Enseñanza para la Comprensión declara su compromiso con aquello que vale la pena comprender en los primeros dos elementos: Los tópicos generativos y las metas de comprensión; en particular en los primeros debido a lo centrales que son para la disciplina en cuestión y debido a que enganchan a docente y alumnos. Junto con ellos van las metas de comprensión que se enfocan en lo que vale la pena comprender de los tópicos generativos. Esto no quiere decir que cada pequeño tema debe estudiarse para la comprensión, tan sólo que, en muchos contextos, casi nada lo es.
2. ¿Cómo aprender eso de la mejor manera posible?
Con algo en mente que vale la pena aprender, como educadores debemos preguntarnos cómo aprenderlo mejor. En ocasiones, simplemente decir algo a los aprendices es suficiente, pero no siempre. A veces proveyendo momentos para hacer bastante práctica es suficiente, pero no siempre.
La psicología del desarrollo y la psicología educativa tienen mucho que decir acerca de cómo se aprende algo de la mejor manera en las diferentes edades y por parte de diversos aprendices. Sin embargo, los debates se centran sólo en las estrategias apropiadas, como por ejemplo entre los métodos fonéticos y los de lenguaje total, en el caso del aprendizaje de la lectura.
Cuando la meta es la comprensión, la pregunta de cómo se aprende mejor adquiere mucha importancia debido a que la empresa consiste en hacer para comprender, más que en aprender hechos y adquirir sólo habilidades... La Enseñanza para la Comprensión, como se dijo anteriormente, propone una visión de desempeños: comprender es más aprender a patinar que aprender acerca del patinaje... En otras palabras, aprender a pensar y actuar de manera flexible con lo que se sabe.
3. ¿Con qué lograrlo?
La última pregunta de Pandora es, de hecho, muy práctica. Teniendo en mente las dos preguntas anteriores, ¿Cómo se verían el aprendizaje y la enseñanza, en esencia? ¿Qué tipo de planeación nos sirve en el contexto en el que trabajamos? ¿Necesitamos apoyarnos en libros de texto, guías del docente, equipos de laboratorio, trabajo de campo o actividades de grupo? ¿Necesitamos nuevos cursos de formación? ¿Se requieren políticas formales para motivar a los docentes y a los alumnos para que lleven a cabo una agenda en particular? ¿Cuánto tiempo se necesita, ya se ha asignado o cómo se puede apropiar? Aquí, de nuevo, surgen las controversias, por ejemplo, acerca del impacto de las pruebas, el rol del aprendizaje colaborativo, el uso de textos versus las fuentes originales, etc.
La Enseñanza para la Comprensión ofrece un rango amplio de ideas concretas para la planeación: secuenciar los desempeños de comprensión de manera que se vaya construyendo de los más sencillo a desempeños culminatorios más complejos... o la utilización constante de herramientas de valoración continua que provean retroalimentación y apoyo a los aprendices durante todo el proceso.
Pandora revisada
Todo esto nos lleva otra vez al tema inicial de lo domesticado y lo salvaje: Mucha de la educación es demasiado domesticada. La domesticamos para hacerla más accesible, pero, en ocasiones, nos vamos al extremo de convertirla en formas rituales, memorísticas y con poco sentido que no vale la pena aprender. Aunque domesticar lo salvaje tiene su lugar en el proceso, mucha de nuestra misión como educadores hoy en día consiste, no en domesticar lo salvaje, sino en hacer un poco más salvaje lo ya domesticado. La Enseñanza para la Comprensión nos apoya en la tarea de darle una orientación a nuestra enseñanza en esa dirección. Sus tópicos generativos y metas de comprensión nos proveen de una guía muy importante para saber qué vale la pena enseñar. Su enfoque en los desempeños de comprensión nos pone en el terreno de cómo aprender para comprender; así mismo, la manera como se lleva a cabo la Enseñanza para la Comprensión en el aula nos provee de mecanismos concretos para lograrlo.
Está bien, lo admito: Todo esto hace de la educación una tarea más retadora de lo que sería si nos quedásemos, a diferencia de lo que hizo Pandora, con la caja de sorpresas cerrada. Cuando abrimos estas preguntas a respuestas más sutiles y profundas, creamos muchas complicaciones para los demás y para nosotros mismos. Justamente como le pasó a Pandora… en la leyenda griega su curiosidad produjo resultados infortunados. La curiosidad es un tema un poco oscuro que aún preocupa a la civilización occidental; piensen en Eva y su curiosidad acerca del árbol del conocimiento, los experimentos del Dr. Frankenstein y el dicho familiar de que la curiosidad mató al gato. Me parece que la curiosidad ha sido objeto de un tratamiento un poco injusto pues creo que es uno de los rasgos más preciosos que tiene el ser humano.
Para un aprendizaje y una enseñanza ricos y poderosos, es justamente la curiosidad lo que deseamos que haya. Así es que alabada sea Pandora, necesitamos todas las Pandoras que podamos tener en nuestras aulas. Bien sea como alumnos o como profesores. Las cajas que allí se abren dejan salir cuestionamientos, no cosas malignas. Si eso contribuye a que la educación sea más retadora, mejor. Es un reto que vale la pena asumir.
Tomado de: Revista Internacional Magisterio No. 14. Enseñanza para la comprensión

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domingo, 9 de agosto de 2015

Seis claves para ser feliz, según la Universidad de Harvard

Cada vez parece más claro que la nueva fiebre del oro no tiene que ver con hacerse millonario ni con encontrar la fuente de la eterna juventud. El tesoro más codiciado de nuestros tiempos es atesorar felicidad, un concepto abstracto, subjetivo y difícil de definir, pero que está en boca de todos. Incluso es materia de estudio en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Durante varios años, algunos de los estudiantes de Psicología de esta universidad americana han sido un poco más felices, no solo por estudiar en una de las mejores facultades del mundo, sino porque, de hecho, han aprendido a través de una asignatura. Su profesor, el doctor israelí Tal Ben-Shahar, es experto en Psicología Positiva, una de las corrientes más extendidas y aceptadas en todo el mundo y que él mismo define como “la ciencia de la felicidad”. De hecho, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al golf: con técnica y práctica.
Aceptar la vida tal y como es te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas
Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard
Con su superventas Being Happy y sus clases magistrales, los principios extraídos de los estudios de Tal Ben Shahar han dado la vuelta al mundo bajo el lema de “no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz”. El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, “te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas”.
Aunque por su clase de Psicología del Liderazgo (Psychology on Leadership) han pasado más de 1.400 alumnos, aún así cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Alguna vez se tiene suficiente felicidad? "Es precisamente la expectativa de ser perfectamente felices lo que nos hace serlo menos”, explica.
Estos son sus seis consejos principales para sentirse afortunado y contento:
1. Perdone sus fracasos. Es más: ¡celébrelos! “Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el experto. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Ya en el año 1992, Mauger y sus colaboradores estudiaron los efectos del perdón, encontrando que los bajos niveles de este hacia uno mismo se relacionaban con la presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.
2. No dé lo bueno por hecho: agradézcalo. Cosas grandes y pequeñas. "Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista".
3. Haga deporte. Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad, porque en realidad son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer, según detalla el entrenador de easyrunning y experto corredor Luis Javier González.
4. Simplifique, en el ocio y el trabajo. “Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, propone Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Y no se refiere solo al trabajo, sino también al área personal y al tiempo de ocio: “Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”.
5. Aprenda a meditar. Este sencillo hábito combate el estrés. Miriam Subirana, doctora por la Universidad de Barcelona, escritora y profesora de meditación y mindfulness, asegura que “a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”. El profesor de Harvard añade que es también un momento idóneo para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo, aunque no hay consenso en que el optimismo llegue a garantizar el éxito, sí le aportará un grato momento de paz.
6. Practique una nueva habilidad: la resiliencia. La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Esto se conoce como locus de control o 'lugar en el que situamos la responsabilidad de los hechos', un término descubierto y definido por el psicólogo Julian Rotter a mediados del siglo XX y muy investigado en torno al carácter de las personas: los pacientes depresivos atribuyen los fracasos a sí mismos, y el éxito, a situaciones externas a su persona; mientras que la gente positiva tiende a colgarse las medallas, y los problemas, “casi mejor que se los quede otro”.
Sin embargo, así perdemos la percepción del fracaso como 'oportunidad', que tiene mucho que ver con la resiliencia, un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que viene prestado originariamente de la Física y de la Ingeniería, con el que se describe la capacidad de un material para recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. "En las personas, la resiliencia trata de expresar la capacidad de un individuo para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, o situaciones potencialmente traumáticas, y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos”, afirma el médico psiquiatra Roberto Pereira, director de la Escuela Vasco-Navarra de Terapia Familiar.

sábado, 8 de agosto de 2015

¿Cómo configurar el menú de inicio de Windows 10?

Con la llegada de un nuevo sistema operativo ocurre algo semejante a cuando estrenamos un móvil. Nos gusta configurar todo para poder dejarlo a nuestro gusto. En esta ocasión os vamos a enseñar como podéis configurar el nuevo menú de inicio de Windows 10 para poderlo dejar a vuestro antojo. Además descubriremos todo el potencial que oculta y que seguramente desconozcáis.

Los tiles, una información muy valiosa... si quieres

Si has actualizado desde Windows 7 no estarás familiarizado con los tiles. Estos nos muestran información interactiva muy valiosa de un vistazo. En la tienda puedes encontraraplicaciones y apps. Las apps están diseñadas para funcionar en un equipo de escritorio o una tablet y tienen todas las funciones simplificadas. Tienes grandes apps en un formato muy sencillo. Dichas apps nos mostrarán información animada en los Live Tiles que podremos configurar en tamaño para adaptarlo a nuestro gusto. Basta con hacer click con el botón derecho y cambiar su tamaño, desanclarlo de inicio o anclarlo a la barra de tareas para un acceso más rápido todavía.
Con un click derecho sobre el tile podremos editarlo
La ventaja es que podemos personalizar el menú de inicio con una columna de tiles, con tres tiles medianos, dos columnas o tres. Y también podemos utilizar el menú convencional de Windows 8.1 a pantalla completa. Microsoft ha puesto la elección en manos de los usuarios. Para aumentar las columnas bastará con ir al borde derecho del menú de inicio ydesplazarnos a la derecha o izquierda para ampliarlo o disminuirlo.
Si no te gusta la idea de los tiles los puedes eliminar y utilizar un menú condensado como en Windows 7. Seguirás teniendo acceso a todas las aplicaciones desde el acceso a dicha área. Recomendamos que les des una oportunidad y que lo configures a tu antojo ya que es una opción muy interesante.

Dale un toque de color y personalidad a tu menú de inicio

En esta ocasión el menú de inicio podrá configurarse en función del color que nos guste más. La personalización de nuevo es absoluta y depende del usuario. ¿Cómo podemos cambiar el color al menú de inicio? Bien, abrimos el menú de inicio y vamos aconfiguración. A continuación vamos a personalización y vamos a colores. Ahí tenemos un nuevo menú para personalizar el menú de inicio.
Desde ese menú podremos elegir que el color de énfasis afecte al inicio, centro de notificaciones y barra de tareas o no. y podéis ver lo que significa en la vista previa. Además podremos seleccionar si queremos que el sistema operativo goce de transparencias en el menú de inicio, barra de tareas y en el centro de notificaciones. Si elegimos que el color no sea automático podremos elegir los siguientes colores para personalizar nuestro menú de inicio.

Configura los accesos de tu menú de inicio

Para llevar la personalización un paso más allá Microsoft ofrece una serie de opciones paraajustar el menú de inicio a nuestros gustos. Esto supone poder ver sugerencias de aplicaciones, aplicaciones según nuestro uso, nuevas aplicaciones instaladas o mostrar elementos que hemos abierto recientemente con Word, por ejemplo. Además podremoselegir las carpetas del sistema que queremos que aparezcan como accesos rápidos.
Como veis tenemos un sinfín de opciones disponibles para personalizar nuestro menú de inicio y hacer nuestra experiencia en Windows 10 lo más personal posible. Os recomendamos explorar todas las opciones que ofrece Windows 10 que ahora son mucho más intuitivas e interesantes.

lunes, 13 de julio de 2015

Es el mejor colegio del mundo, es finlandés, y tiene tres cosas que los demás no tienen

El distrito de Saunalahti, en la ciudad finlandesa de Espoo –la segunda más grande del país–, es un barrio de reciente creación destinado aALBERGAR a la cada vez más numerosa población del sur de Finlandia. Pero, a diferencia de nuestros PAU, dista mucho de ser una desangelada ciudad dormitorio. El proyecto urbanístico ha sido diseñado por prestigiosos arquitectos y en él todo está pensado para hacer la vida más sencilla al ciudadano. Al contrario que en nuestros ensanches, la vida no gira en torno al hipermercado. El centro neurálgico del barrio es el colegio.
El gran comedor multiusos funciona como arteria de la escuela. (Andreas Meichsner)
 Proporcionado por El Confidencial El gran comedor multiusos funciona como arteria de la escuela. (Andreas Meichsner)
Inaugurado en septiembre de 2012, la escuela de Saunalahti es considerada la niña bonita del sistema educativo finlandés, famoso por aparecer una y otra vez en lo más alto del ranking del informe PISA, y conjuga todas sus virtudes en un espacio especialmente diseñado para potenciarlas.


1. Interacción y colaboración

Por supuesto, el colegio cuenta con aulas, pero su organización nada tiene que ver con las clases tradicionales: no hay pupitres individuales y cuentan con grandes ventanales; no sólo hacía el exterior, también hacía el resto de aulas. Todo el centro está diseñado para fomentar el trabajo en grupo, y cuenta con espacios más propios de una universidad, como los pasillos repletos de sillas y mesas donde los alumnos pueden estudiar o, sencillamente, sentarse a charlar.
Pero el colegio no sólo fomenta la colaboración entre estudiantes, también entre estos y sus profesores con el resto de la comunidad. Además deALBERGAR nueve cursos –en Finlandia no existen centros diferenciados para primaria y secundaria–, la escuela cuenta con un centro de día para ancianos, una guardería, una casa de la juventud, una biblioteca pública –que es a su vez escolar– y un gimnasio abierto a todos los ciudadanos.
“El edificio está al máximo de su uso casi todas las horas del día”, explica en This is Finland la directora del centro, Hanna Sarakorpi. “Hay un montón de sinergias de las que todo el mundo se puede aprovechar”. Durante el día los niños disfrutan de las clases, por la tarde sus padres acuden al gimnasio o la biblioteca y los fines de semana distintas asociaciones organizan actividades para todo el vecindario.
La idea es sencilla: si la vida comunitaria gira en torno a la escuela todo el mundo se preocupará de que esta funcione como es debido.
2. Aprendizaje fuera del aula
El colegio está diseñado para fomentar un sistema pedagógico que prima el aprendizaje informal, donde el tiempo de recreo y clase es casi indistinguible. “Algunos estudiantes no se sienten cómodos en las aulas tradicionales”, explica en This is Finland Ilkka Salminen, una de las arquitectas que diseñó el centro. “Todos los espacios interiores y exteriores son potenciales lugares de aprendizaje”.
La biblioteca del colegio es también la del barrio. (Andreas Meichsner)
Proporcionado por El Confidencial La biblioteca del colegio es también la del barrio. (
El colegio está repleto de espacios para sentarse, trabajar, estudiar y, por qué no, divertirse. A los niños les encanta explorar el extenso patio y sentarse a leer en los alféizares de las ventanas. El edificio está pensado para que no tengan en ningún momento la sensación de ester encerrados, algo muy habitual en los colegios tradicionales, por eso cuenta con enormes ventanales, algo esencial en un país en el que se echan en falta muchas horas de luz solar.
Desde el punto de vista arquitectónico está todo bien pensado: los patios de los niños más pequeños están orientados hacia el este, para recibir más luz solar, mientras que los estudiantes mayores, que pasan más horas en la escuela, reciben los rayos finales del día desde el tejado de cobre, suavemente inclinado para aprovechar hasta el último fotón.
“La amplitud de miras y el sentido de comunidad también pueden observarse en la arquitectura”, explica Salminen. “El corazón del edificio es un comedor multiusos donde se reúne todo el mundo. Se abre al patio de la escuela como si fuera un anfiteatro”.
Así son las aulas en el colegio de Saunalahti. (Andreas Meichsner)
El trabajo en los talleres es visible desde los pasillos. (Andreas Meichsner)
Proporcionado por El Confidencial El trabajo en los talleres es visible desde los pasillos.
3. Aprender haciendo
El sistema educativo finlandés da especial importancia al arte, la educación física y el trabajo manual, materias que, según diversos estudios, hacen que el rendimiento académico mejore en el resto de áreas. En el colegio de Saunalahti el gimnasio y los talleres son espacios fundamentales, con una situación privilegiada en el edificio, y puede observarse su actividad desde el patio y el recibidor principal, lo que hace que la importancia del trabajo físico esté aún más presente en el día a día de la escuela.

América Latina puede ser el próximo mercado en caer



Mientras las noticias económicas centran su atención en las negociaciones de Grecia y Europa y lo que está ocurriendo en la bolsa de China, las instituciones empiezan a preocuparse por la situación de Sudamérica.
Según el Banco Mundial este será el peor año en cuanto a crecimiento desde el inicio de la crisis financiera.La web CNN Expansión informa de la situación financiera que viven algunos de los principales países de Sudamérica, que están viendo como los movimientos de las grandes economías repercute de manera negativa en sus mercados.
EL MÁS 'VULNERABLE
'Después de años de progreso accidentado, América Latina es la región “más vulnerable” hacia la economía inestable de China y el colapso de su mercado, dicen los expertos. Se ha convertido en un campo de batalla comercial entre Estados Unidos y China.
China es el mayor socio comercial de muchos países latinos, pero Estados Unidos ha tratado de reafirmar su presencia en los últimos meses. Sin embargo, el lento crecimiento de China está jalando a Latinoamérica hacia abajo.
“Una recesión más profunda en China sigue siendo el riesgo externo clave para América Latina”“Esperamos un crecimiento muy, muy débil”, dice Eugenio Alemán, economista de Wells Fargo Securities. “Brasil está en mal estado. Argentina no está mucho mejor.
Chile se ha reducido a un goteo... Perú se está retrasando considerablemente”.Eso es solo el comienzo. Venezuela es posiblemente la peor economía del mundo con una inflación por las nubes.
Su vecino, Colombia tiene el peor mercado de valores del mundo este año. Su índice ha caído 13% en lo que va del año. El segundo peor es Perú, con una baja de 12.5%.
En comparación, el S&P 500 de Estados Unidos está plano este año. (Argentina tiene el mejor mercado de valores del mundo, pero eso es más un reflejo más de política que de economía).
Aunque muchos se enfocan en Grecia en este momento, “una recesión más profunda en China sigue siendo el riesgo externo clave para América Latina”, dice Neil Shearing, economista en jefe de mercados emergentes de Capital Economics.
EL GRAN PROBLEMA
Las tres 'C' están presionando a América Latina: China, las materias primas (commodities, en inglés), y la moneda (currency, en inglés). La región floreció la última década cuando sus materias primas, como el hierro, el cobre y los alimentos, estaban en gran demanda.Pero China lideraba esa demanda.
Ahora, las empresas de construcción chinas están pisando los frenos mientras el Gobierno intenta detener el sangrado en su mercado de valores. Eso significa que menos dinero chino está llegando a países de América Latina.
Los precios del petróleo en caída han afectado a la región también.Además está la moneda. El fuerte aumento del dólar este año le ha ayudado a ganar mucho terreno ante las monedas latinoamericanas.
Eso hace que sea más caro para los latinoamericanos comprar importaciones y, para algunas empresas, más caro pagar la deuda que está en dólares.La moneda de Colombia ha perdido 13% de su valor este año frente al dólar.
El real brasileño ha perdido el 21% y el peso de México continúa cayendo también (alrededor de 7%).Hay probablemente un golpe más para América Latina por parte de Estados Unidos este año: la tan esperada alza de tasas de la Reserva Federal.
¿UN POSIBLE DÉJÀ VU?
Hace dos años, las acciones latinoamericanas se derrumbaron cuando el entonces presidente de la Fed, Ben Bernanke, anunció que la Fed pondría fin a su programa de estímulo.
Después de la crisis financiera, la Fed colocó las tasas de interés en cero, y losINVERSORES recurrieron al extranjero para obtener mejores rendimientos de bonos que en los bonos estadounidenses, que aún dan un retorno pequeño.
Un alza de tasas de la Fed podría cambiar ese escenario.América Latina está mejor posicionada ahora para capear un alza de tasas de la Fed que las veces pasadas. Pero aún podría haber un éxodo de efectivo, dicen los expertos.