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jueves, 14 de junio de 2012

NOTICIAS NUESTRAS ALREDEDOR NUESTRO

Se encuentran los estudiantes, los docentes,los padres de familia, la comunidad en general; a la  expectativa de lo que serán las vacaciones de mitad de año en este rápido 2012.
Al lado de los sucesos que vienen, también llegan los afanes y estimaciones por los resultados que puedan mostrar los hijos y acudidos a la finalización del segundo periodo escolar.
Todos en general, debemos realizar nuestro propio balance y diagnóstico sobre lo  hecho, y lo dejado de realizar; balance crítico, constructivo y posible de rehacer, de continuar o de mejorar según lo hasta ahora hecho.
A grandes saltos se ha visto desinterés, poco entusiasmo y motivación por las tareas y ejecuciones académicas. Antes se podía preguntar si era posible que cosas como estas sucedieran en un país católico, con valores y creencias culturales, personales, familiares y religiosas; capaces de enfrentar las atrocidades que se ven diariamente en el mundo, pero eso hoy en día es ridículo siquiera de sólo pensarlo.  Y es que esta sociedad que se va creando y criando (disculpen la grosería) nace desalmada, siniestra, catastrófica; con escasos, sino casi nulos valores y estima propia y por los demás.
A veces se piensa que se está cayendo en el error cuando se corrige un niño, un adolescente. 
Cuántos adultos, sean quienes sean respecto los menores, están consintiendo toda esta vagabundería, aportando elementos, dando malos consejos, pervirtiendo la  responsabilidad y autoestima y permitiendo la irresponsabilidad y el amor propio, para creerse y apropiarse de fenómenos salidos del contorno y ambiente normal que tienen que reinar desde la sociedad inicial que es la familia; pero qué se puede esperar, si quienes "SON PADRES MODERNOS" según ellos, no corresponden ni responden con eficacia y eficiencia a lo mínimo que se comprometieron al dejar una mujer embarazada; solo por el mero hecho de creerse "Machazos"
Lástima de lo actual, perdón para quienes están permitiendo todos estos desmanes, y, quienes todavía creen y están convencidos que parte de la crianza que nos dieron no debe perderse por la irresponsabilidad de lo contemporáneo, aférrense a estas creencias; que algún día esos niños que se disgustan por nuestra manera de ser hoy con ellos; muy pronto estarán agradecidos por lo que infundimos en sus corazones, en su inteligencia, en su interior.

Por JORGEU.

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