Visitas Totales:

domingo, 20 de abril de 2014

García Márquez en 40 frases Por: ENRIQUE SANTOS |

Enrique Santos Calderón publicó este 'Contraescape', su columna, el 24 de octubre de 1982.

El Gabriel García Márquez que acaba de recibir el Premio Nobel no es solo el metódico escritor y el consagrado literato de fama universal. Quienes hemos trajinado con Gabo en el periodismo, en la política o en la bohemia sabemos que es también, y sobre todo, un ser humano de enorme sensibilidad, generoso y tímido a pesar de su coraza protectora, profundamente intuitivo, reservado y caluroso a la vez, que reivindica la amistad de sus amigos como el don más preciado, y la mamadera de gallo como la única forma de hablar en serio. 
Gabo es además un impresionante filósofo de la vida cotidiana. Sus mejores frases, sus observaciones más espontáneas y pertinentes sobre el amor y la amistad, sobre la fama y la familia, sobre sus temores ocultos y sus fascinaciones secretas están desparramadas a lo largo de centenares de entrevistas concedidas en los últimos quince años.
Y como no hay mucho que agregar al actual torrente de comentarios y análisis de su vida y su obra, he optado por seleccionar casi al azar algunas de ellas –no políticas, ni literarias–, contenidas en recopilaciones de sus grandes reportajes, como la realizada por Rentería Mantilla Editores, o en libros como El olor de la guayaba, de Plinio Mendoza. He aquí, pues, a García Márquez en 40 frases sueltas que muestran la cara más descomplicada de su seductora personalidad.
“La fama es algo aterrador que se parece mucho a la muerte. El otro día, a la salida de un teatro, una señora me dijo en la propia cara: ‘Usted no existe’ ”.
“Me siento extranjero en todas partes, menos en el Caribe”.
“No hay nada que se parezca más a la soledad del poder que la soledad de la fama”.
“Cada vez que mi madre se entera de que uno de sus doce hijos hace un vuelo en avión, va y prende una vela”.
“La más grande, antigua y permanente de todas mis manías es la puntualidad.
La tengo desde niño”.
“Quisiera ser yo mismo cuando solo me conocían mis amigos”.
“Lo que más aprecio en mis amigos es que llamen por teléfono sin ningún motivo”.
“Ahora que he realizado mis sueños uno a uno, me doy cuenta de que lo que verdaderamente quiero ser es un gran reportero, un incansable buscador de noticias”.
“No hay ninguna contradicción entre ser rico y ser revolucionario, siempre que se sea sincero como revolucionario y no se sea sincero como rico”.
“Le tengo terror a la solemnidad y soy del país más solemne del mundo”.
“El día en que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo”.
“Escribo para que me quieran”.
“Quiero irme para Barranquilla, donde nadie le pone bolas a uno. Ya estoy convencido de que en América Latina al ver una foto mía, dicen: ‘Otra vez el sapo de García Márquez’ ”.
“Detesto la vida intelectual, los congresos de escritores, las conferencias y charlas literarias por televisión”.
“Los críticos son hombres muy serios, y la seriedad dejó de interesarme hace tiempo”.
“En mi pueblo quisieron levantarme una estatua, pero yo me negué por miedo a que la decapitaran dentro de cuatro o cinco años”.
“En cualquier país del mundo donde yo escribo una novela, es una colombiana”.
“Uno nace con los polvos contados. Polvo que no se echa se pierde irremediablemente”.
“ ‘Cien años de soledad’ tenía que ser escrita así porque así hablaba mi abuela”.
“Estoy de García Márquez hasta los cojones”.
“La virtud que más admiro es la capacidad de guardar un secreto hasta la muerte”.
“Uno de los momentos más duros que he tenido en la vida fue cuando maté al coronel Aureliano Buendía”.
“Un escritor puede decir todo lo que se le ocurra, siempre que sea capaz de hacerlo creer”.
“En las novelas policiacas siempre estoy de parte del asesino, porque sé de antemano que es el que va a perder”.
“Detrás de todo gran hombre, no hay duda de que siempre hay una gran mujer; como detrás de cada gran mujer casi siempre lo que hay es un gran huevón”.
“Siento una gran fascinación por el poder, y no es una fascinación secreta”.
“Creo que no hay mayor desgracia humana que la incapacidad para amar”.
“Aunque muy pocos lo reconocen, todo hombre llega muerto de miedo a una experiencia sexual nueva”.
“Mi color preferido es el amarillo del mar Caribe a las tres de la tarde, visto desde Jamaica”.
“Mi recuerdo más vivo y constante no es el de las personas, sino el de la casa de Aracataca donde vivía con mis abuelos”.
“La relación con mi madre es la más seria que he tenido en toda mi vida”.
“El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días”.
“El único momento de la vida en que me siento yo mismo es cuando estoy con mis amigos”.
“No hay nada comparable a la lealtad de una mujer a condición de que se establezcan las reglas de juego desde el principio, y que uno las cumpla sin engaños de ninguna clase”.
“Me considero el mejor amigo de mis amigos y creo que ninguno de ellos me quiere tanto como quiero yo al amigo que quiero menos”.
“Lo que he hecho mejor en la vida no son mis libros sino mis dos hijos”.
“Si algo no he olvidado ni olvidaré nunca es que, en la verdad de mi alma, no soy ni seré nadie más que uno de los dieciséis hijos del telegrafista de Aracataca”.
ENRIQUE SANTOS
Especial para EL TIEMPOGarcía Márquez en 40 frases
Gabo y Enrique Santos Calderón compartieron años de batallas periodísticas.


No hay comentarios: