El café colombiano busca la taza de la excelencia
Esta competencia es promovida por la Federación Nacional de
Cafeteros y supervisada bajo los protocolos de The Alliance for Coffee
Excellence, de Estados Unidos, con el fin de incentivar y promover la producción
de café de alta calidad en todo el país.
El número de lotes inscritos es récord en la historia de la
competencia en el país, lo que confirma el gran entusiasmo que entre los
productores de café de alta calidad despierta este tipo de concursos, y se
reitera el potencial que tiene Colombia como proveedor de cafés finos. En
el 2005, cuando arranco este programa, se inscribieron 280 lotes.
La ‘Taza de la Excelencia’ es quizás la más estricta competencia
que existe en el mundo para seleccionar cafés de alta calidad, que son
calificados por un jurado que realiza, como mínimo, cinco catas diferentes
durante todo el proceso.
Vale la pena recordar que el señor Arnulfo Leguizamo, un pequeño
caficultor de San Agustín (Huila), quien resultara ganador de la Taza de la
Excelencia 2011, logró vender su lote de café a un preció récord de 45 dólares
por libra.
Los cafés participantes de la cosecha del primer semestre del
presente año provienen de Antioquia, Caldas, Cauca, Cundinamarca, Huila,
Nariño, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca. Llega
la hora del ganador.
Los cafés nominados para la Taza de Excelencia serán subastados en
una plataforma electrónica entre compradores de cafés suaves en todo el mundo
el próximo 31 de octubre de 2012.
Los cafés que logren 90 o más puntos sobre 100 serán galardonados
con la Distinción a la Calidad. El concurso ‘Taza de la Excelencia’ de
este año contará con la participación de más de mil lotes.
PABLO NERUDA
Pablo Neruda es un poeta
chileno galardonado con el Premio Nacional de Literatura y el Premio Nobel de
Literatura. También se desempeñó como diplomático y fue miembro activo del
partido comunista, compromiso político que muchas veces se ve plasmado en sus
obras. Ampliamente conocido por sus obras Veinte poemas de amor y una canción
desesperada y
sus Cien sonetos de amor,
también es el autor de poemas tales como Ahora es Cuba, Alturas de Macchu Picchu, Los enemigos y Si tú me olvidas,
entre tantas otras.
Oda al amor
Amor, hagamos cuentas.
A mi edad
no es posible
engañar o engañarnos.
Fui ladrón de caminos,
tal vez,
no me arrepiento.
Un minuto profundo,
una magnolia rota
por mis dientes
y la luz de la luna
celestina.
Muy bien, pero, el balance?
La soledad mantuvo
su red entretejida
de fríos jazmineros
y entonces
la que llegó a mis brazos
fue la reina rosada
de las islas.
Amor,
con una gota,
aunque caiga
durante toda y toda
la nocturna
primavera
no se forma el océano
y me quedé desnudo,
solitario, esperando.
Pero, he aquí que aquella
que pasó por mis brazos
como una ola
aquella
que sólo fue un sabor
de fruta vespertina,
de pronto
parpadeó como estrella,
ardió como paloma
y la encontré en mi piel
desenlazándose
como la cabellera de una hoguera.
Amor, desde aquel día
todo fue más sencillo.
Obedecí las órdenes
que mi olvidado corazón me daba
y apreté su cintura
y reclamé su boca
con todo el poderío
de mis besos,
como un rey que arrebata
con un ejército desesperado
una pequeña torre donde crece
la azucena salvaje de su infancia.
Por eso, Amor, yo creo
que enmarañado y duro
puede ser tu camino,
pero que vuelves
de tu cacería
y cuando enciendes
otra vez el fuego,
como el pan en la mesa,
así, con sencillez,
debe estar lo que amamos.
Amor, eso me diste.
Cuando por vez primera
ella llegó a mis brazos
pasó como las aguas
en una despeñada primavera.
Hoy
la recojo.
Son angostas mis manos pequeñas
las cuencas de mis ojos
para que ellas reciban
su tesoro,
la cascada
de interminable luz, el hilo de oro,
el pan de su fragancia
que son sencillamente, Amor, mi vida.
Amor, hagamos cuentas.
A mi edad
no es posible
engañar o engañarnos.
Fui ladrón de caminos,
tal vez,
no me arrepiento.
Un minuto profundo,
una magnolia rota
por mis dientes
y la luz de la luna
celestina.
Muy bien, pero, el balance?
La soledad mantuvo
su red entretejida
de fríos jazmineros
y entonces
la que llegó a mis brazos
fue la reina rosada
de las islas.
Amor,
con una gota,
aunque caiga
durante toda y toda
la nocturna
primavera
no se forma el océano
y me quedé desnudo,
solitario, esperando.
Pero, he aquí que aquella
que pasó por mis brazos
como una ola
aquella
que sólo fue un sabor
de fruta vespertina,
de pronto
parpadeó como estrella,
ardió como paloma
y la encontré en mi piel
desenlazándose
como la cabellera de una hoguera.
Amor, desde aquel día
todo fue más sencillo.
Obedecí las órdenes
que mi olvidado corazón me daba
y apreté su cintura
y reclamé su boca
con todo el poderío
de mis besos,
como un rey que arrebata
con un ejército desesperado
una pequeña torre donde crece
la azucena salvaje de su infancia.
Por eso, Amor, yo creo
que enmarañado y duro
puede ser tu camino,
pero que vuelves
de tu cacería
y cuando enciendes
otra vez el fuego,
como el pan en la mesa,
así, con sencillez,
debe estar lo que amamos.
Amor, eso me diste.
Cuando por vez primera
ella llegó a mis brazos
pasó como las aguas
en una despeñada primavera.
Hoy
la recojo.
Son angostas mis manos pequeñas
las cuencas de mis ojos
para que ellas reciban
su tesoro,
la cascada
de interminable luz, el hilo de oro,
el pan de su fragancia
que son sencillamente, Amor, mi vida.
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