El desafío de estudiar dos carreras al mismo
tiempo
Esta modalidad abre
puertas en el mercado laboral y puede ser un buen negocio. Ya sea para realizar
la carrera de sus sueños -y no solo la de moda o de mayor prestigio-, tener más
oportunidades laborales o afianzar conocimientos en un área de interés, la
tendencia de los jóvenes de cursar dos carreras de forma simultánea viene
creciendo en el país.
Las cifras por institución dan cuenta de esta tendencia: en la Universidad de los Andes, por ejemplo, 2.874 jóvenes se le miden a este reto; en la Universidad del Rosario son 420; en la Javeriana, 851 y en la U. Nacional van más de 80.
Algunos combinan profesiones afines como Administración de Empresas y Negocios Internacionales o Ingeniería con Matemáticas, pero hay otros que se arriesgan y estudian profesiones que, a primera vista, parecen disímiles: Medicina y Derecho.
"Cuando existe el interés de cursar doble carrera las posibilidades son variadas -indica Alejandro Venegas, vicerrector académico de la Universidad del Rosario-. Sin embargo, les sugerimos hacerlo con disciplinas afines, pues esto facilita homologar materias comunes y terminar con rapidez ambos programas".
Con disciplina, ambos títulos se obtienen en un lapso de 6 a 7 años. Primero, deben graduarse de la carrera inicial e invertir máximo dos años en terminar la segunda después de obtenido el primer título. Para ello, las universidades permiten tomar un número determinado de créditos por semestre (número de horas dedicadas a una asignatura) que los alumnos pueden utilizar en asignaturas de su propia carrera o de una distinta.
Las combinan a su gusto. En algunos casos, los jóvenes pagan el valor del semestre de la carrera más costosa o un dinero extra si las materias exceden el número de créditos permitidos (en el caso de las privadas). "No es aconsejable comenzar en primer semestre ambas profesiones", afirma Ingrid Schuler, decana académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Javeriana.
La idea es que el estudiante defina, transcurridos unos semestres, en qué campo desea proyectarse profesionalmente y qué disciplina le ayuda a complementar su formación para ese propósito. El requisito para hacer doble programa es que haya demostrado un buen desempeño académico.
"Es importante que se tomen de forma prioritaria las asignaturas de la carrera inicial para terminarla en el tiempo previsto o antes y hacia el cuarto o quinto semestre arrancar con la segunda, cuando el joven ya tenga idea de lo que quiere hacer con su vida", agrega Ana María Sanabria, directora de autoevaluación y calidad académica de la Universidad del Valle. E insiste en que debe haber un procedimiento para que los estudiantes en las universidades públicas no ingresen por admisión a las dos carreras, pues le quitarían la oportunidad de ingresar a la universidad a otro bachiller.
Esta posibilidad de hacer doble programa le permite al joven desempeñarse laboralmente con mayor versatilidad. Según Alejandro Venegas, vicerrector académico de la Universidad del Rosario, para algunos empleadores esa 'duplicidad profesional' resulta muy llamativa. Los hace más competitivos, pues adquieren un conocimiento integral en la parte académica, indica Schuler.
Pero, además, les da la ventaja de cursar dos áreas complementarias en 'tiempo récord' que, tal vez, no hubiera sido posible en el futuro por compromisos laborales o familiares.
Pero también puede convertirse en una pesadilla si el estudiante intenta ver más materias de las que puede con el afán de terminar ambas carreras en el tiempo que tardaría en cursar una sola.
De acuerdo con Juan Manuel Tejeiro, vicerrector académico de la Universidad Nacional, es muy frecuente que los estudiantes busquen con la doble titulación seguir su vocación real en un programa que no apoya su familia (ingenieros que se inclinan por las matemáticas o la física). De este modo, se gradúan de una carrera que goza de todo el reconocimiento social y de una sin tanto prestigio pero que lo encamina por sus intereses.
Otro aspecto interesante de hacer un doble programa -enfatiza- es la posibilidad de especializarse en un campo determinado. Hoy, por ejemplo, se requieren ingenieros de sistemas con mayores conocimientos en modelamiento matemático.
Sin embargo, opina Tejeiro, es preferible hacerlo con asignaturas de un posgrado. Así, el joven complementa su carrera y obtiene, de paso, un título de maestría en lugar de dos títulos de pregrado.
Las cifras por institución dan cuenta de esta tendencia: en la Universidad de los Andes, por ejemplo, 2.874 jóvenes se le miden a este reto; en la Universidad del Rosario son 420; en la Javeriana, 851 y en la U. Nacional van más de 80.
Algunos combinan profesiones afines como Administración de Empresas y Negocios Internacionales o Ingeniería con Matemáticas, pero hay otros que se arriesgan y estudian profesiones que, a primera vista, parecen disímiles: Medicina y Derecho.
"Cuando existe el interés de cursar doble carrera las posibilidades son variadas -indica Alejandro Venegas, vicerrector académico de la Universidad del Rosario-. Sin embargo, les sugerimos hacerlo con disciplinas afines, pues esto facilita homologar materias comunes y terminar con rapidez ambos programas".
Con disciplina, ambos títulos se obtienen en un lapso de 6 a 7 años. Primero, deben graduarse de la carrera inicial e invertir máximo dos años en terminar la segunda después de obtenido el primer título. Para ello, las universidades permiten tomar un número determinado de créditos por semestre (número de horas dedicadas a una asignatura) que los alumnos pueden utilizar en asignaturas de su propia carrera o de una distinta.
Las combinan a su gusto. En algunos casos, los jóvenes pagan el valor del semestre de la carrera más costosa o un dinero extra si las materias exceden el número de créditos permitidos (en el caso de las privadas). "No es aconsejable comenzar en primer semestre ambas profesiones", afirma Ingrid Schuler, decana académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Javeriana.
La idea es que el estudiante defina, transcurridos unos semestres, en qué campo desea proyectarse profesionalmente y qué disciplina le ayuda a complementar su formación para ese propósito. El requisito para hacer doble programa es que haya demostrado un buen desempeño académico.
"Es importante que se tomen de forma prioritaria las asignaturas de la carrera inicial para terminarla en el tiempo previsto o antes y hacia el cuarto o quinto semestre arrancar con la segunda, cuando el joven ya tenga idea de lo que quiere hacer con su vida", agrega Ana María Sanabria, directora de autoevaluación y calidad académica de la Universidad del Valle. E insiste en que debe haber un procedimiento para que los estudiantes en las universidades públicas no ingresen por admisión a las dos carreras, pues le quitarían la oportunidad de ingresar a la universidad a otro bachiller.
Esta posibilidad de hacer doble programa le permite al joven desempeñarse laboralmente con mayor versatilidad. Según Alejandro Venegas, vicerrector académico de la Universidad del Rosario, para algunos empleadores esa 'duplicidad profesional' resulta muy llamativa. Los hace más competitivos, pues adquieren un conocimiento integral en la parte académica, indica Schuler.
Pero, además, les da la ventaja de cursar dos áreas complementarias en 'tiempo récord' que, tal vez, no hubiera sido posible en el futuro por compromisos laborales o familiares.
Pero también puede convertirse en una pesadilla si el estudiante intenta ver más materias de las que puede con el afán de terminar ambas carreras en el tiempo que tardaría en cursar una sola.
De acuerdo con Juan Manuel Tejeiro, vicerrector académico de la Universidad Nacional, es muy frecuente que los estudiantes busquen con la doble titulación seguir su vocación real en un programa que no apoya su familia (ingenieros que se inclinan por las matemáticas o la física). De este modo, se gradúan de una carrera que goza de todo el reconocimiento social y de una sin tanto prestigio pero que lo encamina por sus intereses.
Otro aspecto interesante de hacer un doble programa -enfatiza- es la posibilidad de especializarse en un campo determinado. Hoy, por ejemplo, se requieren ingenieros de sistemas con mayores conocimientos en modelamiento matemático.
Sin embargo, opina Tejeiro, es preferible hacerlo con asignaturas de un posgrado. Así, el joven complementa su carrera y obtiene, de paso, un título de maestría en lugar de dos títulos de pregrado.
EL TIEMPO
EFECTOS DE LA COCA-COLA
Te has preguntado
alguna vez por qué la Coca-Cola siempre se presenta con una sonrisa? Porque te
coloca. Aunque ya hace casi cien años que quitaron la cocaína de la fórmula ¿y
sabes por qué? porque era innecesaria.
En los primeros 10
minutos: 10 cucharaditas de azúcar entran en tu
sistema digestivo (el 100% de la cantidad diaria recomendada) lo único que
impide que vomites debido a tanto edulcorante es el uso del ácido fosfórico,
que disimula el sabor permitiéndote digerirlo.
A los 20 minutos: Tus niveles de azúcar se disparan, causando que aumente la insulina. Tu hígado responde transformando todo el azúcar que encuentra en grasa (y hay mucho azúcar en tu organismo en este preciso instante).
A los 40 minutos: Se completa la absorción de cafeína. Tus pupilas se dilatan, tu presión sanguínea se eleva, y como respuesta tu hígado introduce más azúcar en tu torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina de tu cerebro se bloquean para evitar el adormecimiento.
A los 45 minutos: Tu cuerpo aumenta la producción de dopamina, estimulando los centros de placer de tu cerebro. Básicamente, así es como actúa la Heroína.
A los 60 minutos:
A los 20 minutos: Tus niveles de azúcar se disparan, causando que aumente la insulina. Tu hígado responde transformando todo el azúcar que encuentra en grasa (y hay mucho azúcar en tu organismo en este preciso instante).
A los 40 minutos: Se completa la absorción de cafeína. Tus pupilas se dilatan, tu presión sanguínea se eleva, y como respuesta tu hígado introduce más azúcar en tu torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina de tu cerebro se bloquean para evitar el adormecimiento.
A los 45 minutos: Tu cuerpo aumenta la producción de dopamina, estimulando los centros de placer de tu cerebro. Básicamente, así es como actúa la Heroína.
A los 60 minutos:
El ácido fosfórico
bloquea el calcio, zinc y magnesio en tu intestino grueso, acelerando tu
metabolismo. Además, las altas dosis de azúcar y edulcorantes artificiales
aumentan la eliminación de calcio mediante la orina.
Las propiedades
diuréticas de la cafeína hacen efecto (tienes que ir al servicio). Éste es el
momento en que expulsas el calcio, magnesio y zinc que debería ir dirigido a
tus huesos, así como también sodio,
electrolitos y agua.
Mientras decae la
fiesta dentro de tu organismo, termina el chute de edulcorantes y empiezas a
notar la falta de azúcar, con lo que te pones irritable o depresivo. Ahora
mismo has, literalmente, meado toda el agua que contenía la bebida, pero no sin
antes acompañar la expulsión de valiosos nutrientes que tu cuerpo podría haber
empleado para cosas como hidratarte o construir huesos y dientes más fuertes.
Un par de horas
después vendrá el bajón de la cafeína (algo menos si eres fumador). Pero, eh,
tómate otra Coca-Cola, ¡es la chispa de la vida!
Ornella Carinha castaño Ortiz
Hábitos de salud de los
adolescentes
- Dos de cada diez
chicos y una de cada diez chicas de 15 y 16 años tienen sobrepeso u obesidad.
- El porcentaje de
chicas con sobrepeso u obesidad ha aumentado hasta casi doblarse (de 5,7% a
9,7%) en los últimos 15 años. El de chicos, en cambio, solo ha crecido un 5%.
- Uno de cada
cuatro jóvenes afirma haberse emborrachado en los últimos 30 días.
- Las chicas hacen
cada vez menos deporte. La proporción de jóvenes que no hace ejercicio físico 3
o más días a la semana ha aumentado un 17,6% desde 1996 en las chicas; en los
chicos se mantiene estable.
- Uno de cada 20
chicos y tres de cada 20 chicas responde afirmativamente a una de estas tres
preguntas: no ha ingerido ningún alimento en las últimas 24 horas, se ha
provocado vómitos para perder peso, ha utilizado laxantes o diuréticos con el
mismo fin.
- El número de
chicos que ha realizado dietas de adelgazamiento casi se ha doblado (del 5% al
9,7%) desde 1996.
Música como ayuda de la neurociencia para
aliviar patologías afectivas
Transcribir las
emociones de forma inteligible podría ayudar en algunas patologías como el
autismo.
Pegar la oreja al
sistema nervioso para oír las emociones, vagabundear y transcribir el guirigay
eléctrico en un coro vocal es lo que hacen en Australia unos investigadores, en
un intento de convertirse en los Mozart de la neurociencia con la esperanza de
aliviar, algún día, las patologías afectivas.
En un laboratorio de
la facultad de Medicina, Vaughan Macefield, neurofisiólogo de la University of
Western Sydney, ajusta un cable eléctrico en la pierna de su conejillo de
Indias, Ben Schultz, un actor 27 años. Al otro extremo del cable, un micrófono
graba la actividad acústica del nervio que sale de un pequeño parlante en una
esquina de la sala. "Es el sonido que captamos del nervio", dice Erin
Gee, una cantante canadiense que trabaja en este experimento. "Es la
transcripción de lo que ocurre eléctricamente".
Vaughan Macefield
escruta las pantallas en las que se forman curiosos algoritmos cada vez que Ben
Schultz produce una emoción cuando mira imágenes, por ejemplo, violentas o
eróticas. Su cerebro emite señales que el científico intercepta. Son señales a las
que los artistas les "ponen música". Estas investigaciones entran en
el campo de la "informática afectiva" que trata de máquinas capaces
de detectar, comprender y responder a las emociones humanas, subraya el
profesor Macefield.
Transcribir las
emociones de forma inteligible, proyectarlas en la pantalla o transformarlas en
notas de música podría permitir tratar algunas patologías como el autismo.
"Podría ser que al amplificar las propias emociones, la gente las lea
mejor", dice.
Los instrumentos
graban los sonidos generados por los nervios, la presión arterial, la
respiración, el sudor y el corazón. Todas estas grabaciones se guardan en las
pistas de un ordenador, como se hace en la mesa de mezclas de un estudio, y
programas informáticos concebidos específicamente para este experimento
convierten las diferentes voces en un coro vibrante de campanas y de relojes.
Al final de la
sesión, dispondrán de un material suficientemente rico y complejo para componer
una "sinfonía emocional" ejecutada electrónicamente. "No se
puede leer el pensamiento de Ben y decir por qué siente emociones, pero existen
ahora los medios tecnológicos capaces de demostrar que muestra realmente
emociones y medir la intensidad de las mismas", explica Erin Gee.
"Incluso puedo meter estas emociones en una botella y conservarlas",
asegura.
La primera
representación de esta sinfonía nerviosa está prevista para el 2013 en
Montreal.
Educación – ICFES.
El Examen de
Estado SABER PRO tiene como propósitos evaluar la calidad de la educación a nivel
profesional, técnico y tecnológico del país con estándares internacionales de
calidad y ofrecer información que permita introducir ajustes en los programas
de formación (Decreto de Ley 3963 de 2009, ICFES, 2011). Una de las
competencias que se ha considerado pertinente evaluar en el examen es la de
comunicarse por escrito.
Las pruebas
de comunicación escrita hacen parte de conjunto que se ha denominado
Competencias Genéricas (Mc Curry, 2010).
En tanto
competencia genérica, se considera que comunicarse por escrito es una
construcción que deben hacer todos los estudiantes que han estado en programas
de educación formal. En el caso de quienes cursan programas de educación
superior se espera que, independientemente del programa, hayan desarrollado en
mayor grado esta competencia, aunque, por supuesto, como ocurre en todas las
pruebas de las competencias genéricas, no se espera que el nivel sea el mismo
en todas las carreras, en tanto no todos los escenarios de ejercicio
profesional van a requerir las mismas herramientas.
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